En un raro avistamiento en la costa del Mar Rojo durante el fin de semana, un guardabosques de la Autoridad de Parques y Naturaleza de Israel, buceando en la Reserva Natural de la Playa de Coral de Eilat, avistó un trío de peces que figuran como “vulnerables” en la “Lista Roja de Especies Amenazadas” de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.
La raya águila ocelada (Aetobatus ocellatus) o raya águila de manchas blancas es una especie de pez cartilaginoso que se encuentra principalmente en la región tropical del Pacífico Indo-Occidental, cerca de la costa australiana.
Esta especie no es objetivo directo de la pesca comercial, pero se captura accidentalmente en pesquerías dirigidas a otras especies. Además, ocasionalmente se captura viva para exhibirla en acuarios públicos.
Con una anchura de 3,5 metros y una longitud de casi 9 metros, la raya águila manchada es una de las mayores rayas águila, solo las mantas son más grandes.
Es un depredador forrajero y se sabe que come una variedad de invertebrados y presas de peces.
Las rayas águila manchadas se reproducen por fecundación interna y dan a luz vivas, según Oceana, una organización sin ánimo de lucro dedicada a la conservación de los océanos.
Sin embargo, no se conectan con sus crías a través de una placenta, como en la mayoría de los mamíferos. En su lugar, los embriones viven de la energía obtenida de los sacos vitelinos, y solo después de que los juveniles sean capaces de sobrevivir por sí mismos, la madre da a luz a sus crías (de 1 a 4 cachorros por camada). Este bajo potencial reproductivo, junto con su rareza natural, contribuye a que los expertos consideren a las rayas águila manchadas como “vulnerables” o “casi amenazadas” de extinción.