La Administración de Información Energética de EE. UU. (EIA) proyecta que el consumo energético global seguirá aumentando hasta 2050 a un ritmo más rápido que las ganancias en eficiencia energética y la capacidad de instalación de energía renovable, lo que dificulta alcanzar los objetivos climáticos de mediados de siglo.
Consumo energético mundial continúa en ascenso según la EIA
El Informe de Perspectivas Energéticas Internacionales 2023 de la EIA destaca que el crecimiento de la población global, el aumento de la manufactura regional y los estándares de vida más altos impulsan el aumento del consumo de energía más allá de los avances en eficiencia energética.
El crecimiento poblacional y los estándares de vida en aumento están siendo impulsados principalmente por el sur global, donde las tasas de natalidad permanecen altas y las economías se están desarrollando rápidamente. Según el Foro Económico Mundial, se espera que alrededor del 85% de toda la nueva demanda de energía en el futuro cercano provenga de fuera del mundo desarrollado.
Apoyo de países desarrollados en transición energética de naciones en desarrollo
Se espera que los países desarrollados apoyen la transición hacia la energía limpia de las naciones más pobres, que deberán “saltar” las trayectorias típicas de desarrollo basadas en combustibles fósiles y construir directamente infraestructura de energía renovable a gran escala.
Las naciones desarrolladas, que ya han alcanzado su pico en términos de crecimiento poblacional y desarrollo de infraestructura, podrían apoyar a estas naciones en términos de financiamiento climático y exportaciones de energía limpia.
Sin embargo, por primera vez en mucho tiempo, el consumo energético de los países desarrollados está creciendo a un ritmo significativo, al mismo tiempo que la construcción de energía renovable enfrenta ralentizaciones.
Factores clave en el aumento del consumo energético en países desarrollados
Un reciente informe de Forbes identifica cuatro factores clave que están impulsando el aumento del consumo energético en el mundo desarrollado: la demanda acelerada de IA, la demanda de metales para la transición energética y como clase de activo, la demanda inelástica de los jubilados y la reconstrucción del suministro de viviendas en América del Norte.
Entre estos factores, el aumento masivo en la demanda de energía para la Inteligencia Artificial, y el consumo energético descomunal de los centros de datos en general, destaca como el más significativo.
Según Science Alert, la industria de Tecnología de la Información es actualmente responsable de alrededor del 2% de las emisiones globales de CO₂, y se espera que el sector de IA consuma el 3,5% de la electricidad global para 2030.
Impacto de la IA en el consumo energético y su potencial positivo
La demanda energética de un mundo cada vez más impulsado por la IA se asemeja a un tren desbocado. La magnitud completa del crecimiento de la IA y su potencial para facilitar un uso y producción de energía más inteligente y eficiente aún se comprende poco.
Es cierto que la IA podría convertirse en un factor positivo neto para la huella de carbono del mundo si logramos aprovecharla y regularla adecuadamente.
La caja de Pandora apenas se ha abierto, pero el potencial para que la IA contribuya positivamente a la eficiencia energética está ahí, siempre que se implementen las medidas adecuadas.
La importancia de la IA en la optimización de la energía renovable
Lograr las metas climáticas globales requerirá una transformación de sistemas sin precedentes. Este objetivo será imposible sin sistemas informáticos inteligentes, capaces de reconocer, responder y predecir rápidamente patrones complejos de producción y consumo.
Actualmente, la IA es integral en la predicción de energía renovable, redes eléctricas inteligentes, coordinación de la demanda y distribución de energía, maximización de la eficiencia en la producción de energía, e investigación y desarrollo de nuevos materiales.
Sasha Luccioni, investigadora de ética en la plataforma de aprendizaje automático de código abierto Hugging Face, señaló en The Guardian que es fundamental considerar también la huella ambiental de la IA si se quiere salvar el planeta.
Necesidades energéticas de la minería y la exploración de metales en el primer mundo
Las crecientes necesidades energéticas de la minería y la exploración de metales en el primer mundo están vinculadas de manera compleja y a menudo irónica con la descarbonización.
La vasta cantidad de manufactura necesaria para construir parques solares y eólicos a escala industrial, vehículos eléctricos y una red eléctrica capaz de manejar un auge en ambos, requerirá grandes cantidades de metales y otros elementos raros que aún no tienen cadenas de suministro suficientemente establecidas.
Actualmente, la minería consume entre el 5% y el 10% de la energía global, lo que contribuirá significativamente a las emisiones en la atmósfera en nombre de reducirlas.
Factores clave en el consumo energético estático en el mundo desarrollado
Los últimos dos factores identificados por Forbes – el consumo energético estático de los Baby Boomers y la urgente necesidad de más viviendas en Estados Unidos y Canadá – también son factores importantes que mantienen altas las tasas de consumo de energía y emisiones de gases de efecto invernadero en los países desarrollados.
Esto presenta un gran problema para el balance global, ya que los caminos hacia el cero neto se basaban en la suposición de que la demanda de energía en el mundo desarrollado permanecería relativamente estática.
La única opción es que los legisladores globales se tomen muy en serio la intensificación del apoyo a nuevos y mayores proyectos de energía limpia en el corto plazo.
El papel crucial de los proyectos de energía limpia en la reducción de emisiones
Para abordar el problema del consumo energético estático y las altas emisiones en los países desarrollados, es esencial incrementar significativamente el apoyo a proyectos de energía limpia.
La transición hacia fuentes de energía más limpias y sostenibles es fundamental para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y alcanzar las metas climáticas globales.
Los proyectos de energía limpia no solo ayudarán a disminuir las emisiones, sino que también contribuirán a estabilizar las tasas de inflación globales y a mejorar la eficiencia energética en general.