El observador de aves Sagi Shuel tuvo un encuentro insólito con una curruca rabilarga en la playa Student Beach de Haifa el pasado sábado, lo que supone solo la segunda vez que se ve esta especie en Israel.
Shuel, que nunca antes había visto esta ave, recurrió a sus conocimientos de ornitología para identificarla, describiéndola en un post en Internet como “brillante y arenosa” con un característico “ojo amarillento”. Las fotografías que capturó y compartió en un grupo de WhatsApp recibieron la pronta confirmación de sus colegas sobre la rareza de su hallazgo.
La curruca desértica africana, conocida científicamente como curruca del desierto, es nativa del noroeste de África, con presencia confirmada en países como Marruecos, el oeste de Libia, el sur de Mali y Mauritania. Según datos del Birdwatching Center de Israel, este avistamiento en Haifa se suma a otro anterior en la misma ciudad hace poco más de una década, en 2013, poniendo de relieve su escasa presencia en la región del Mediterráneo oriental.
Aunque se avistan ocasionalmente en el sur de Europa, los avistamientos de esta especie en Israel son un fenómeno excepcional, que subraya la importancia de Haifa como punto de descanso crítico para las aves migratorias. Un estudio de la Sociedad para la Protección de la Naturaleza en Israel (SPNI) revela que la zona entre Haifa y Tirat Carmel alberga una rica biodiversidad, siendo vital para las especies migratorias.
El Dr. Yoav Perlman, director de la Sociedad Ornitológica de Israel de la SPNI, subraya la importancia de preservar estos escasos hábitats naturales. “En la costa mediterránea casi no quedan zonas en estado natural”, afirma, señalando la relevancia de las dunas al sur de Haifa para la conservación de las especies migratorias.
Perlman advierte de los retos cada vez mayores a los que se enfrentan las aves migratorias, como la destrucción del hábitat, el cambio climático y la caza, y subraya la necesidad crítica de mantener puntos de escala de alta calidad en Israel para apoyar sus viajes migratorios.