LONDRES (AP) – Los datos preliminares sugieren que las personas con la variante Ómicron del coronavirus tienen entre un 50 y un 70 por ciento menos de probabilidades de necesitar hospitalización que las que tienen la cepa Delta, dijo el jueves la agencia de salud pública británica.
Los resultados de la Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido (UKHSA) se suman a las nuevas pruebas de que Ómicron produce una enfermedad más leve que otras variantes, pero también se propaga más rápidamente y evade mejor las vacunas.
La agencia señaló que, basándose en los casos registrados en el Reino Unido, se calcula que una persona con Ómicron tiene entre un 31 y un 45% menos de probabilidades de acudir a un servicio de urgencias hospitalarias que una con Delta, “y entre un 50 y un 70% menos de probabilidades de ser ingresada en un hospital”.
Advirtió que el análisis es “preliminar y muy incierto” debido al escaso número de pacientes con Ómicron en los hospitales y al hecho de que la mayoría pertenecían a grupos de edad más jóvenes. Hasta el 20 de diciembre, 132 personas habían ingresado en hospitales del Reino Unido con Ómicron confirmado, de las cuales 14 -de entre 52 y 96 años- murieron.
Los científicos advierten que cualquier reducción de la gravedad debe sopesarse con el hecho de que Ómicron se propaga mucho más rápido que Delta y es más capaz de evadir las vacunas.
Según la investigación de la agencia, la protección que ofrece una vacuna de refuerzo contra la infección sintomática de Ómicron parece disminuir después de unas 10 semanas, aunque es probable que la protección contra la hospitalización y la enfermedad grave se mantenga durante más tiempo.
La directora ejecutiva de UKHSA, Jenny Harries, dijo que el análisis “muestra una señal temprana alentadora de que las personas que contraen la variante Ómicron pueden tener un riesgo relativamente menor de hospitalización que las que contraen otras variantes”.
Pero añadió que “los casos son actualmente muy elevados en el Reino Unido, e incluso una proporción relativamente baja que requiera hospitalización podría dar lugar a un número significativo de personas que enfermen gravemente”.
El análisis sigue a dos estudios, del Imperial College de Londres y de investigadores escoceses, que descubrieron que los pacientes con Ómicron tenían entre un 20 y un 68% menos de probabilidades de requerir tratamiento hospitalario que los que tenían Delta.
Datos procedentes de Sudáfrica, donde se detectó por primera vez la variante, también han sugerido que Ómicron podría ser más leve allí.
Incluso si los primeros estudios se confirman, la nueva variante podría sobrecargar los sistemas sanitarios debido al gran número de infecciones. La agencia sanitaria británica señaló que Ómicron parecía poder reinfectar a las personas con mayor facilidad que las variantes anteriores, ya que el 9,5% de los casos de Ómicron se encontraron en personas que ya habían tenido COVID-19, una cifra que, según dijo, probablemente era una subestimación.
Países de todo el mundo están observando de cerca a Gran Bretaña, donde Ómicron es ahora dominante y donde los casos de COVID-19 han aumentado en más de un 50% en una semana.
El jueves, Gran Bretaña informó de 119.789 casos de COVID-19 confirmados por el laboratorio, la cifra más alta de la pandemia y el segundo día en que se superan los 100.000 casos.
La Oficina de Estadísticas Nacionales de Gran Bretaña estimó que alrededor de 1 de cada 45 personas en hogares privados en Inglaterra – 1,2 millones de individuos – tenían COVID-19 en la semana que terminó el 16 de diciembre, el nivel más alto visto en la pandemia.