Un reciente estudio publicado en la revista médica Neurology ha vinculado el uso prolongado de inhibidores de la bomba de protones, medicamentos comunes para tratar el reflujo ácido, con un aumento en el riesgo de demencia.
El reflujo ácido y la necesidad de su tratamiento
El reflujo ácido se manifiesta cuando el ácido estomacal se desplaza hacia el esófago, causando acidez y úlceras. Esta afección puede conducir a la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE), que en casos extremos puede dar como resultado cáncer de esófago. Los inhibidores de la bomba de protones (IBP) como el omeprazol, esomeprazol y lansoprazol son recetados para mitigar este problema, actuando sobre las enzimas que producen el ácido en el estómago.
Aunque los IBP son útiles en el manejo del reflujo, estudios previos ya habían asociado su uso prolongado con un mayor riesgo de afecciones como ictus, fracturas óseas y enfermedad renal crónica. En este contexto, el nuevo estudio se enfocó en analizar si estos medicamentos podrían estar vinculados también con un mayor riesgo de demencia.
Para este propósito, se investigó a 5.712 personas mayores de 45 años durante una mediana de 5,5 años, observando su medicación contra el reflujo ácido y categorizándolos en grupos según la duración del tratamiento con IBP. Durante el período de seguimiento, el 10% de los participantes desarrolló demencia.
Resultados del estudio: Uso prolongado de IBP y demencia
Los resultados revelaron que, tras ajustar factores como la edad, sexo, raza, hipertensión y diabetes, quienes habían tomado los fármacos para el reflujo ácido durante más de 4,4 años tenían un 33% más de riesgo de desarrollar demencia en comparación con aquellos que nunca los habían consumido. No obstante, el estudio subraya que no se ha demostrado una causalidad, sino solo una asociación entre estos medicamentos y la demencia.
El Dr. Kamakshi Lakshminarayan, autor principal de la investigación, enfatizó la necesidad de más investigaciones para confirmar estos hallazgos y comprender las razones de esta posible relación. También hizo hincapié en la importancia de hablar con un médico antes de realizar cambios en el tratamiento, ya que dejar los medicamentos abruptamente podría empeorar los síntomas.
Adicionalmente, el estudio menciona algunas alternativas para tratar el reflujo ácido sin la necesidad de IBP, como evitar alimentos desencadenantes, no comer demasiado cerca de la hora de acostarse, controlar la ingesta de grasas y alimentos, y evitar cinturones o fajas apretados que interfieran en el vaciado del estómago.