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Portada » Ciencia y Tecnología » Sensores agrícolas israelíes recopilan datos en tiempo real

Sensores agrícolas israelíes recopilan datos en tiempo real

por Hadar Malka
12 de mayo de 2025
en Ciencia y Tecnología

Empresas israelíes desarrollan sensores que miden humedad, clima y estado de plantas, optimizando riego y fertilización con datos en tiempo real.

Tecnología israelí mejora la gestión agrícola con sensores

Israel lidera el desarrollo de sensores agrícolas que recopilan datos en tiempo real sobre humedad del suelo, condiciones climáticas y salud de las plantas. Empresas como Grofit y Plantae han creado sistemas que permiten a los agricultores tomar decisiones precisas para optimizar el riego y la fertilización. La cápsula Grofit, un dispositivo compacto, mide parámetros como humedad a diferentes profundidades, temperatura del suelo y radiación solar, integrando inteligencia artificial para aumentar el rendimiento de los cultivos. En 2024, Grofit expandió sus operaciones a España, aplicando esta tecnología en invernaderos para cultivos de alto valor.

Los sensores de Plantae, instalados en más de 12,000 unidades en 14 países, miden humedad, conductividad y temperatura del subsuelo. Este sistema, basado en tecnología IoT, transmite datos a través de un hub con placa solar, permitiendo a los agricultores acceder a información desde dispositivos móviles. En 2024, Plantae recibió el premio a la mejor solución práctica en el SmartAgriFood Summit en Sevilla, tras haber obtenido reconocimientos previos como el tercer lugar en la feria AgroExpo de Don Benito en 2018. La tecnología ha optimizado el uso del agua en cultivos como pistacho, almendro y maíz.

Los dispositivos de Grofit se instalaron inicialmente en Israel, donde la escasez hídrica impulsa la innovación agrícola. La empresa mide evapotranspiración y conductividad eléctrica, proporcionando datos que ajustan el riego a las necesidades exactas de las plantas. En 2023, un proyecto en India con sensores de Rika Sensor mostró un aumento del 15% en el rendimiento de cultivos al reducir el uso de pesticidas. En Estados Unidos, una granja que implementó sensores de humedad de Rika Sensor logró ahorrar agua y disminuir costos laborales al integrar los datos en un sistema de riego inteligente.

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La tecnología de sensores también incluye estaciones agrometeorológicas que registran temperatura, humedad del aire y velocidad del viento. Agricolus, una plataforma que integra sensores europeos, ha implementado estaciones para monitorear variables climáticas y trampas automáticas que detectan insectos dañinos. En 2025, Agricolus reportó que sus sistemas, utilizados en Italia y Portugal, redujeron el consumo de fertilizantes en un 30% al ajustar las dosis según datos en tiempo real.

Detalles clave de los sensores agrícolas en Israel

  • Cobertura global: Plantae opera en 14 países con 12,000 sondas instaladas.
  • Parámetros medidos: Humedad, temperatura, conductividad y radiación solar.
  • Ahorro de recursos: Reducción del 20% en consumo de agua en cultivos.
  • Reconocimientos: Plantae premiada en SmartAgriFood Summit 2024.
  • Aplicaciones: Cultivos de pistacho, almendro, maíz y hortalizas.

Sensores optimizan riego y fertilización en tiempo real

Los sensores agrícolas permiten un riego eficiente al medir la humedad del suelo a diferentes profundidades. En Israel, el sistema de Plantae utiliza sondas inalámbricas que alcanzan hasta un metro de profundidad, ajustando el riego según el tipo de suelo y cultivo. En 2020, un estudio en un olivar en Argentina empleó sensores para monitorear la humedad, logrando un ahorro de agua del 20%. Los datos históricos generados por estas tecnologías también ayudan a crear patrones de riego y fertilización más precisos.

La fertilización se beneficia de sensores que miden nutrientes como nitrógeno, fósforo y potasio. TrackitAgro, una plataforma que integra sensores IoT, reportó en 2021 que sus dispositivos mantienen los niveles de NPK dentro de rangos óptimos, incrementando la productividad en cultivos de hortalizas. En Chile, MorpH2O Latinoamérica ha utilizado sensores de conductividad eléctrica desde 2017 para ajustar la aplicación de fertilizantes, reduciendo el desperdicio y mejorando la calidad del suelo.

Las estaciones climáticas complementan los sensores de suelo. En 2024, Envira lanzó un sistema de monitoreo en España que mide dióxido de carbono, ozono y material particulado, factores que afectan la fotosíntesis y la salud de las plantas. Estos sistemas, con sensores de temperatura y radiación solar, ajustan las condiciones en invernaderos, aumentando la eficiencia fotosintética. Un proyecto en India con sensores de Ikostech mostró una mejora del 10% en la producción de pitaya al controlar el déficit de presión de vapor.

La integración de drones con sensores ha ampliado las capacidades de monitoreo. En 2022, Agrogeofísica implementó drones con cámaras multispectrales en América Latina para evaluar la salud de los cultivos y detectar plagas. Los datos aéreos, combinados con sensores terrestres, permiten crear mapas de fertilización precisos, optimizando la distribución de nutrientes en campos de gran extensión.

Evolución y alcance global de los sensores agrícolas

Los sensores agrícolas han evolucionado desde dispositivos básicos de humedad hasta sistemas complejos que integran múltiples parámetros. En los años 1980, los primeros sensores medían solo humedad y temperatura. En 2008, Decagon Devices, representada por MorpH2O, introdujo sensores de conductividad eléctrica para suelos, marcando un hito en la agricultura de precisión. En 2010, la adopción de redes inalámbricas permitió la transmisión de datos en tiempo real, facilitando la gestión remota.

En 2014, Plantae comenzó a desarrollar sus sensores inalámbricos en España, enfocándose en el ahorro de agua. Para 2016, la empresa logró una implementación a gran escala, instalando sondas en cultivos de Europa y América. En 2018, un estudio en un invernadero en México utilizó sensores para medir la humedad en sustratos mixtos, ajustando el riego en macetas con diferentes tipos de suelo.

La tecnología se ha expandido a nivel global. En 2020, Veto en Chile lanzó sistemas de telemetría que miden humedad y temperatura con sensores alimentados por baterías de litio, con una vida útil de 10 años. En 2023, Prismab reportó que sus sensores climáticos, usados en América Latina, ayudan a predecir patrones meteorológicos, permitiendo a los agricultores planificar siembras con mayor precisión.

El uso de sensores agrícolas también aborda desafíos ambientales. En 2024, qampo.es destacó que los sensores de humedad reducen el impacto ambiental al optimizar el uso de agua y fertilizantes. En Israel, donde el 60% del territorio es desértico, estas tecnologías han permitido cultivar en zonas áridas, asegurando la sostenibilidad hídrica y agrícola a largo plazo

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