La empresa israelí IceCure Medical ha desarrollado un sistema revolucionario para el tratamiento de cáncer de mama. Esta tecnología destruye los tumores convirtiéndolos en una bola de hielo. Utilizando una aguja superfría, se congelan los tumores y luego se los descongela, matando así al tejido dañino.
La técnica se completa en 15 minutos y no deja cicatrices. IceCure ya ha sido aprobado para su uso en los Estados Unidos.
El cáncer de mama es uno de los males más comunes entre las mujeres. Generalmente, el tratamiento pasa por una masectomía y quimioterapia o radiación. Todo ello es un proceso bastante agresivo y muy duro de asimilar para las mujeres enfermas. Pero hay una alternativa menos conocida, la crioablación, o lo que es lo mismo, congelar el tumor. Sin cicatrices y sin estancias hospitalarias, aunque la quimioterapia o la radiación tiene que seguir aplicándose. En cualquier caso, se trata de un proceso mucho menos invasivo. Los responsables de esta práctica son los profesionales de la firma israelí IceCure Medical.
Destruyendo el tumor del cáncer de mama
La crioablación para tratar fibroadenomas, el tumor benigno más común, requiere anestesia local en la zona con lidocaína. Luego, guiado por ultrasonidos, el radiólogo inyecta una solución salina alrededor de la masa tumorosa.
A continuación, se introduce una sonda y se inocula nitrógeno líquido en el tumor. En la pantalla de ultrasonido, el fluido, más frío que el hielo, aparece como una pelota oscura que crece mientras se congela. El procedimiento se completa cuando la bola de hielo eclipsa todo el contorno del tumor, lo que es fácil de ver porque este tipo de fibroadenomas tiene unos límites muy definidos. Desde el inicio hasta el final, esta práctica requiere solo unos pocos minutos, alrededor de cuarto de hora. Comparado con la cirugía, la intervención y la posterior recuperación pasa en un suspiro.
En definitiva, lo que hace esta revolucionaria tecnología israelí de IceCure Medical es congelar los tumores de mama destruyéndolos al convertirlos en bola de hielo. La compañía biomédica lleva a cabo un proceso que usa el frío extremo para congelar y destruir los tejidos muertos.
Las células muertas se reabsorben de forma natural por el cuerpo, por lo que en ningún momento se requiere de cirugía.
Pruebas clínicas para el cáncer de pulmón
Pero es que además de la aplicación probada en estos tumores de mama, y que cada vez es más utilizada en centros médicos de todo el mundo, la compañía extiende su atención al cáncer de pulmón. Lleva a cabo desde hace un tiempo pruebas clínicas para evaluar su eficacia con pacientes que sufren cáncer de pulmón. Estas pruebas se desarrollan en Japón, financiadas por el Centro Médico Kameda.
Según el presidente y CEO de IceCure Medical, Hezi Himelfarb, “si se obtienen resultados positivos en las pruebas de Japón, podríamos abrir la posibilidad de tratamiento con crioablación a cientos de miles de nuevos casos cada año”. Y es que según la Sociedad Americana de Cáncer, el cáncer de pulmón es la enfermedad cancerosa más mortal, tanto para hombres como para mujeres, en Estados Unidos, como muestra del alcance de este mal.
Para el doctor Eisuke Fukuma, presidente del Departamento de cáncer de mama del Centro Médico Kameda: “la crioablación tiene importantes ventajas, y es que ofrece un tratamiento más cómodo y atractivo cosméticamente para los pequeños cáncer de mama. Además, el sistema IceSense3 provee un tratamiento más eficiente ya que destruye totalmente el tumor en un procedimiento rápido”. IceSense3 es el sistema de crioablación que comercializa IceCure Medical.