Una granja de hierbas y lechugas plantadas en la azotea del parque industrial de Mishor Adumim en el desierto entre Jerusalén y el Mar Muerto, proporciona empleo a cerca de 20 personas en representación de todo el mosaico de Israel: Judios y árabes, religiosos y seculares, nacidos en Israel y naturalizados.
Tecnología agrícola israelí transforma una azotea en un invernadero aeropónico
«Todos trabajamos juntos» expresó Bentsion Kabakov, un inmigrante ruso que estableció el invernadero Aleinu Sustainable Aeroponic como prototipo hace seis años. «Estamos convencidos de que no importa cuán duros son los desafíos políticos, siempre hay una base para el respeto mutuo y la convivencia. En Aleinu, ese es nuestro hilo conductor», remarcó.
En todos sus aspectos sociales, empresariales y ambientales, esto es realmente una granja del futuro.
La palabra Aleinu en hebreo significa «por encima de nosotros» y «nuestras hojas», transmitiendo acertadamente los conceptos de la agricultura en altura y un sentido de propósito compartido.
Basado en el concepto de aeroponía – el cultivo de plantas en el aire en lugar de tierra o agua – Aleinu incorpora varias tecnologías patentadas que aportan un nivel sin precedentes de automatización y eficiencia en el proceso que elimina los problemas de la agricultura convencional, como el clima impredecible, el costo de la tierra y la necesidad de largas horas de trabajo al aire libre.
Como resultado, este invernadero aeropónico produce 50 veces más productos por metro cuadrado que una granja tradicional, mientras que consume menos agua. En comparación con otros invernaderos aeropónicos, la cosecha de Aleinu es tres veces más abundante.
Las 25 verduras y hierbas que se cultivan allí – como la albahaca, lechuga, col rizada, rúcula, perejil, cebollino, tomillo, salvia, menta y orégano, entre otros – están certificados y cumplen con las estrictas normas internacionales de calidad.
Las semillas se siembran mecánicamente en bloques de lana mineral estéril (hecha de residuos industriales reciclados), que se colocan en cubetas de plástico largos (conductos) con agujeros.
El aire circula por el interior de los canales, proporcionando a las raíces agua, nutrientes y oxígeno. Los sensores alertan a los operadores de campo sobre cualquier desequilibrio de nutrientes que debe ser corregido rápidamente por ordenador.
Para apalear el inconveniente de los insectos, Aleinu utiliza pesticidas naturales con moderación, en su gran mayoría confía en un sistema patentado de diversos obstáculos físicos para evitar que los insectos entren en contacto con las plantas.
Por ahora, la granja modelo vende tres millones de productos por año en las cadenas de supermercados israelíes.