Una investigación revela que los terremotos que afectaron Turquía y Siria en febrero podrían ser los más potentes registrados en tierra firme en todo el mundo.
Estudio liderado por científicos chinos
El estudio, dirigido por Xiaodong Song de la Universidad de Pekín, señala que los seísmos del 6 de febrero tuvieron magnitudes de momento (Mw) de 7,95 y 7,86, lo que los convierte en los terremotos más potentes en la historia de Turquía.
La investigación contradice otros resultados publicados y sugiere que los terremotos de febrero fueron aún más fuertes de lo que se creía inicialmente.
Estos eventos, conocidos como dobletes, son raros en tierra firme y suelen ocurrir en zonas de subducción, según Song.
Método novedoso y fiable
El equipo de Song utilizó un método novedoso y fiable de magnitud de momento de coda de largo período para medir las magnitudes de los terremotos. Este método es especialmente útil para terremotos de gran magnitud y minimiza los efectos de la complejidad de la fuente y los efectos de propagación.
La magnitud es un parámetro fundamental para medir la potencia de los terremotos y es de gran interés para la investigación científica y el público en general.
En el caso de los terremotos de febrero, se habían comunicado resultados de magnitud con discrepancias significativas.
Investigación en curso
Desde la finalización de su último trabajo, el grupo de Song está colaborando con otros grupos para determinar por qué se producen terremotos tan potentes en la actualidad y si podría haber una forma de predecir este tipo de sucesos en el futuro.
Turquía se encuentra en la confluencia de varias grandes placas tectónicas, lo que hace que el país sea propenso a grandes terremotos. En la mayoría de los eventos anteriores, las rupturas se produjeron solo a lo largo de un segmento de falla.
En este caso, se rompieron varios segmentos, y la velocidad de la ruptura fue mayor (una ruptura denominada “supercizallamiento”) en varios segmentos que en una ruptura típica.
Potencial riesgo para Israel
Song advierte que Israel también está situado a lo largo de fallas y podría ser vulnerable a terremotos similares. La ruptura simultánea de varios segmentos de fallas podría generar un evento más significativo.
Además, Song señala que los factores externos, como el agua, podrían afectar la ocurrencia de terremotos, aunque la principal causa sigue siendo la interacción entre diferentes placas tectónicas.
Los científicos están aún lejos de predecir un gran terremoto, pero hay muchas cosas que se pueden hacer para reducir el impacto peligroso y mortal de tales eventos.
Colaboración entre países propensos a terremotos
Song sugiere que países como Turquía e Israel deben invertir en reforzar sus estructuras y preparar a la población para saber qué hacer en caso de terremotos. Esto puede marcar una gran diferencia en la mitigación de riesgos sísmicos.
Además, recomienda una mayor colaboración y compartición de investigaciones y mejores prácticas entre los países propensos a los terremotos.
La cooperación internacional y la investigación conjunta pueden mejorar la capacidad de todos los países afectados para enfrentar y minimizar los efectos devastadores de los terremotos en el futuro.
Lecciones para el futuro
Los resultados del estudio liderado por Song ponen de manifiesto la importancia de estar preparados para enfrentar terremotos potencialmente devastadores y la necesidad de colaborar en investigaciones y estrategias de prevención y respuesta a nivel mundial.