Investigadores de Japón y Europa han demostrado en un nuevo estudio que la evolución de la laringe humana contribuyó a la capacidad de las personas para emitir sonidos complejos.
El estudio, publicado el jueves en la revista Science, utilizó estrategias anatómicas, fónicas y de modelado y descubrió que la laringe humana está simplificada en comparación con la de otros primates, en lugar de ser más compleja, lo que permite a los humanos producir sonidos más claros.
Los primates tienen membranas vocales finas y en forma de cinta que sobresalen de las cuerdas vocales. Según la Universidad de Kioto (Japón), se cree, basándose en investigaciones anteriores del Dr. Sugio Hayama, que los humanos se desprendieron de estos rasgos a través de la evolución.
Para comprender mejor la evolución del habla humana, los investigadores observaron los sonidos emitidos por una serie de primates y desarrollaron modelos matemáticos. Descubrieron que la estabilidad de los sonidos requería simplificaciones en la laringe, como la pérdida evolutiva de los sacos de aire y las membranas vocales.
Los investigadores llegaron a la conclusión de que la pérdida de las membranas vocales a través de la evolución permite a los humanos evitar los patrones de sonido caóticos que suelen producir otros primates y, por tanto, producir vocalizaciones estables que pueden transmitir información fonética.
Además, los investigadores descubrieron que el lenguaje hablado humano se hizo más complejo como resultado de estos cambios evolutivos.
Observaciones del autor principal del estudio
“Paradójicamente, el aumento de la complejidad de la comunicación humana supuso una simplificación de nuestra anatomía vocal”, afirma el autor principal del estudio, Takeshi Nishimura, del Centro para los Orígenes Evolutivos del Comportamiento Humano de la Universidad de Kioto.