El Tribunal de Distrito de Lod condenó el miércoles a Abed al-Karim Assi, un hombre árabe israelí, por el asesinato del rabino Itamar Ben-Gal en el cruce de Ariel en Judea y Samaria el año pasado.
El 5 de febrero de 2018, Assi, que tenía 19 años en ese momento, apuñaló a Ben-Gal, de 29 años, en una parada de autobús en las afueras de Ariel. Assi huyó de la escena, liderando a las fuerzas de seguridad en una cacería que duró un mes y que terminó con su arresto en la ciudad palestina de Naplusa.
El abogado Haim Bleicher, de la organización derechista de asistencia jurídica de Honenu que representa a la familia Ben-Gal, dijo que pedirá la sentencia máxima posible.
“El maldito terrorista que intentó dañar el derecho básico de los judíos a existir en nuestra tierra ya no merece ver la luz del día”, dijo Bleicher en una declaración el jueves.
Las deliberaciones del tribunal sobre las sentencias se celebrarán dentro de dos meses.
Según los documentos de la corte, Assi, quien confesó el crimen, decidió cometer un ataque terrorista y matar judíos después de haber tenido una discusión con un soldado de las Fuerzas de Defensa de Israel en un cruce a las afueras de Ariel.
Más tarde, ese mismo día, Assi compró dos cuchillos de 27 centímetros de largo en una tienda de Nablus y regresó al mismo cruce, donde vio a Ben-Gal en una parada de autobús y lo reconoció como judío por su kipá.
Luego se acercó a Ben-Gal y lo apuñaló en el pecho y el abdomen, continuando con la persecución de su víctima incluso después de que ésta intentara huir. Un conductor que pasaba se dio cuenta de lo que estaba pasando y atropelló a Assi con su coche, lo que le obligó a huir de la escena.
Los médicos intentaron resucitar a Ben-Gal, que fue apuñalado tres veces en el pecho. Fue llevado al Hospital Beilinson en Petah Tikva, pero sucumbió a sus heridas.
El 18 de marzo, después de más de un mes de intensos registros, las fuerzas de seguridad israelíes arrestaron a Assi en una redada antes del amanecer en Naplusa, donde vive su padre. Antes del ataque había utilizado su ciudadanía israelí para pasar tiempo a ambos lados de la Línea Verde, incluso con su madre, que vive en Haifa.