El “Sábado Negro” se cobró una nueva víctima. Arieh Zelmanovich, reconocido agricultor de 85 años y figura legendaria del kibutz Nir Oz, fue asesinado mientras estaba en cautiverio de Hamás.
La organización terrorista difundió que Zelmanovich, junto con varios otros secuestrados, fue llevado a recibir tratamiento médico debido a su estado de salud, regresándolo posteriormente a su ubicación de cautiverio. Allí, alegan, su muerte fue producto de ataques de pánico inducidos por los bombardeos.
El 7 de octubre, por última vez, Zelmanovich pudo hablar con su hijo, informándole de la presencia terrorista en el kibutz. Desde aquel momento, perdió todo contacto. Al día siguiente, una unidad de las FDI encontró rastros de sangre en su albergue. Su hijo, Boaz Zelmanovich, comunicó posteriormente que se le informó de la alta probabilidad de que su padre estuviera vivo.
Boaz Zelmanovich describió el doloroso escenario durante una reunión en Haifa hace unas tres semanas, “Ese Sábado Negro, a las 09:26, fue la última vez que pudimos hablar con él. Los terroristas operaron en el kibutz Nir Oz durante horas sin intervención militar. Mi padre y sus amigos, fundadores de Nir Oz, fueron abandonados”.
Hace dos días, en una conferencia de prensa ofrecida por el comité de familias de los secuestrados y desaparecidos y la organización médica, el Dr. Sharon Klaitman, médico de familia de varias localidades, incluido Nir Oz, expresó su preocupación acerca del estado de salud de los secuestrados, entre ellos Zelmanovich, “Presenta diabetes, enfermedad cardíaca isquémica, insuficiencia renal grave. Necesita medicamentos para la presión arterial y una dieta especial. También tiene un desfibrilador”.
El comité de las familias de los secuestrados publicó hace unos días en Twitter, “Todos lo llaman Zalman, un apodo de Arieh Zelmanovich. Aún a sus 85 años, a las 4:30 a. m., se levanta y se dirige a trabajar en los campos cada día”. También revelaron que Zelmanovich es “padre de dos, abuelo de cinco, uno de los fundadores del kibutz Nir Oz, un erudito con un vasto conocimiento de historia y geografía. Veía el kibutz como la misión de su vida. Nuestra misión es traerlo de vuelta a casa”.