Los bombardeos de cohetes y proyectiles de mortero del martes en la mañana contra el sur de Israel se rumoreaban rápidamente en Gaza como el trabajo del grupo terrorista Jihad Islámica. Y horas después de que más de dos docenas de proyectiles de mortero golpearan a Israel, las FDI llevaron a cabo ataques de represalia dirigidos principalmente contra el ala militar de la Jihad Islámica.
El papel de la Jihad Islámica indica que estamos presenciando un intento de Irán de provocar una guerra en la frontera sur. Y si el deterioro de la situación no se detiene en un futuro muy cercano, el intento puede resultar exitoso. Ya hemos visto un ataque a objetivos israelíes sin precedentes desde el conflicto de la Operación Margen Protector de 2014, con la consecuente respuesta israelí contra objetivos en Gaza.
Los ataques con bombas de la Jihad Islámica tenían el objetivo aparente de vengar la supuesta matanza de Israel de tres de sus operativos, que intentaban un ataque, a principios de esta semana en el área de Rafah. Ese fue el pretexto inmediato. Pero la naturaleza y la escala de la respuesta de la Jihad Islámica – fuego intenso contra objetivos civiles en Israel – indica que la venganza no fue la única motivación. Es posible que esto sea en esencia una movida iraní, que busca que Israel pague un precio en el sur por apuntar a Irán en el norte, cruzando la frontera en Siria.
Después de todo, es difícil de creer que la Jihad Islámica, un pequeño aliado rival de Hamás financiado y entrenado principalmente por los iraníes, hubiera iniciado este tipo de acción, con sus dramáticas consecuencias para Gaza, sin la aprobación de Teherán.

Israel ha dejado claro recientemente que opera libremente en Siria contra el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán allí; bien puede ser que haya personas en Teherán que quieran contrarrestarlo a través de la Franja de Gaza o, al menos, agitar la frontera sur de Israel y, por lo tanto, distraer la atención de Israel del norte.
¿Dónde encaja Hamás, el grupo terrorista que gobierna Gaza, en esto? Hamás recibió rápidamente las descargas disparadas contra Israel. Y las FDI también han apuntado a varias instalaciones de Hamás. Sin embargo, el hecho es que las actividades de Hamás en los últimos meses indican que no está particularmente interesado en una escalada, e Israel lo reconoce.
Hamás ha frenado un posible deterioro en un conflicto total más de una vez últimamente, incluso después de que sus fuerzas fueron atacadas. El ejemplo reciente más obvio de esto fue el 14 de mayo, el día en que Estados Unidos inauguró su embajada en Jerusalén, el «día de la Nakba», cuando más de 60 habitantes de Gaza murieron en enfrentamientos violentos con Israel en la frontera con Gaza. Hamás más tarde reconoció que casi todas las muertes fueron sus miembros. Sin embargo, ordenó la dispersión de las protestas en la frontera esa noche, para evitar un posible descenso a la guerra.

Los líderes de Hamás Yahya Sinwar e Ismael Haniyeh han estado involucrados en varios contactos secretos en los últimos tiempos – intermitentemente con Egipto y, por separado Qatar- con la intención de lograr acuerdos para un cese del fuego de Hamás e Israel a largo plazo. Evidentemente, sin embargo, hay otros jugadores, la Jihad Islámica e Irán, que quieren calentar las cosas.
Los ataques de la Jihad Islámica contra Israel también avergüenzan a Hamás a los ojos del público de Gaza. Hamás sabe que si sus fuerzas no impiden la continuación del fuego de la Jihad Islámica, ya sea mediante el uso de la fuerza, o las amenazas, o ambas cosas, existe una gran probabilidad de que Gaza vuelva a encontrarse en guerra con Israel. Pero si Hamás interviene contra la Jihad Islámica, su imagen como la “resistencia” contra Israel será socavada. Se arriesgaría a ser percibido como otro tipo de “Autoridad Palestina, colaborando con el enemigo sionista” a cambio de un beneficio silencioso y / o económico.