Desde el sur de Líbano, el jueves se lanzaron cohetes hacia Israel, afectando directamente a la ciudad de Kiryat Shmona y provocando daños materiales.
Este incidente marca un incremento en las hostilidades en la frontera norte de Israel, en un contexto donde las tensiones aumentan y Hezbolá recibe apoyo de milicias respaldadas por Irán.
El grupo terrorista Hamás asumió la autoría del bombardeo, indicando que se dispararon 12 cohetes. En respuesta, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) realizaron ataques contra posiciones de Hezbolá.
La frontera septentrional ha sido escenario de intentos de presión sobre las fuerzas israelíes, especialmente en el contexto de una ofensiva terrestre en la Franja de Gaza. Amenazas similares provinieron desde Yemen y se han registrado intentos de ataque a bases con presencia de tropas estadounidenses en Irak y Siria.
El servicio de ambulancias Magen David Adom reportó dos personas heridas en Kiryat Shmona; una de ellas, un joven de 25 años, presentó heridas moderadas por metralla. Ambos afectados fueron trasladados al hospital Ziv en Safed. Previo a este incidente, la ciudad y 42 comunidades cercanas a la frontera habían sido evacuadas como medida preventiva ante la recurrencia de ataques.
Las FDI han atacado diversos objetivos militares de Hezbolá, incluyendo cuarteles y depósitos de armas. Además, se reportó el ataque fallido de un misil tierra-aire contra un dron israelí, seguido de una respuesta militar hacia los responsables del lanzamiento.

Operaciones de artillería se han dirigido también hacia las fuentes de lanzamiento de cohetes, particularmente en la región de Monte Dov y Monte Hermón.
Hezbolá no ha sido identificado oficialmente como el agente tras estos últimos ataques; sin embargo, el grupo ha confirmado el envío de drones suicidas hacia Monte Dov. Israel ha estado lidiando con una serie de incursiones de Hezbolá en su frontera septentrional desde el comienzo del conflicto con Hamás el pasado 7 de octubre.
En las primeras horas del jueves, Israel ha reportado ataques de Hezbolá sobre instalaciones militares, incrementando la tensión en la frontera con Líbano.
Las FDI informaron que neutralizaron un escuadrón equipado con misiles antitanque que preparaba operaciones en el sur libanés. Además, otros dos escuadrones similares fueron objetivo de las FDI en la región.
Hezbolá, por su parte, lanzó un misil hacia una base de las FDI cerca de Manara, sin registrar bajas. El grupo, catalogado como terrorista, proclamó haber atacado 19 puntos militares israelíes utilizando misiles y morteros.
Desde el comienzo de la guerra el 7 de octubre, Hezbolá ha contabilizado la muerte de 50 de sus miembros. Del lado israelí, se reportaron seis bajas militares, un civil asesinado por un ataque de Hezbolá, y ocho combatientes palestinos fallecidos. Además, presuntos bombardeos israelíes habrían resultado en la muerte de cuatro civiles libaneses y un periodista.
Tras el hallazgo de dos pastores libaneses muertos en la frontera, la Agencia Nacional de Noticias de Líbano confirmó que los mismos habrían sido víctimas del fuego cruzado. A su vez, Reuters reportó que una misión de evacuación de la ONU para heridos se vio suspendida por falta de visibilidad.
El incremento de hostilidades precede un pronunciamiento del líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah, sobre el conflicto entre Israel y Hamás, generando especulación sobre la apertura de un segundo frente. Estados Unidos ha advertido a Hezbolá, enviando fuerzas navales a la región para contener cualquier escalada.

Las FDI, según su portavoz Avichay Adraee, sostienen que Hezbolá está apoyado por la Brigada Imam Husein de Irán, y han advertido de las consecuencias de una agresión continuada. “Las FDI están plenamente preparadas para responder a cualquiera que intente socavar su soberanía en el norte”, afirmó Adraee.
El Centro de Investigación Alma, enfocado en la seguridad de la frontera norte de Israel, informó que la Brigada Imán Hussein, constituida mayormente por chiíes iraquíes, ha sido asimilada por la Cuarta División del ejército sirio y opera en la región de Damasco.
Esta brigada ha ejecutado operaciones ofensivas contra intereses de Israel y personal militar de Estados Unidos en territorio sirio. Según el Centro, la Cuarta División es liderada por Maher Assad, hermano del presidente Bashar Assad, y actúa como un representante de Irán, subordinándose directamente a la Fuerza Quds.
Durante una inspección en el norte de Israel, Gadi Eisenkot de Unidad Nacional, y exjefe de Estado Mayor de las FDI, comunicó una advertencia dirigida a los adversarios de Israel, refiriéndose a la ofensiva de Hamás del 7 de octubre: “Israel eliminará su capacidad militar, eliminará a sus líderes, destruirá su posición de gobierno y dañará gravemente al país que permita o apoye tal intento”.
Hezbolá, con apoyo de Irán, ha lanzado una serie de misiles antitanque guiados, cohetes y morteros contra posiciones militares y áreas civiles israelíes tras el ataque de Hamás. Además, han intentado infiltraciones en Israel con hombres armados, algunos asociados a organizaciones terroristas palestinas. Se han interceptado varios drones sobre territorio israelí.
Las FDI han reportado acciones recientes contra decenas de células terroristas en el sur del Líbano.