La foto podría confundirse fácilmente con un anuncio de “Narcos”, la popular serie de televisión sobre los cárteles de la droga centroamericanos: Un hombre, sentado sobre montones de dinero, con un cigarro en la mano y una mirada de satisfacción en la cara. Sin embargo, no se trata de una serie de televisión, sino de la realidad de Medio Oriente.
El hombre de la foto es Amar Shweiki, un hombre de negocios sirio que funciona como uno de los conductos centrales para mover dinero a través de Oriente Medio, ayudando a Irán a eludir las sanciones económicas y a financiar a Hezbolá. En un artículo que aparecerá en su totalidad el viernes, Noticias de Israel expondrá el sofisticado mecanismo de Teherán para financiar la organización terrorista chiíta libanesa y la actividad terrorista en toda la región, así como los esfuerzos de Occidente por cortar el suministro de dinero.
Durante el último año, Hezbolá se ha visto inmersa en una grave crisis financiera, e Irán se ha visto obligado a adoptar métodos poco ortodoxos para financiar la organización bajo las sanciones de Estados Unidos. En consecuencia, el efectivo se utiliza en gran parte de esta actividad financiera. La administración estadounidense publicó recientemente un documento exhaustivo en el que se detallan los esfuerzos de Irán por eludir las sanciones. El objetivo del documento, destinado a ser utilizado por gobiernos extranjeros, es cortar los numerosos oleoductos de efectivo utilizados por Teherán.
Estos contra-esfuerzos han obligado a Irán a confiar cada vez más en el dinero en efectivo. Por ejemplo, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán entrega anualmente unos 100 millones de dólares en efectivo a Hezbolá: Los diplomáticos iraníes llegan a Beirut en vuelos comerciales con maletas llenas de dólares y las entregan a los funcionarios de Hezbolá. El dinero en sí mismo se clasifica como correo diplomático, mientras que los propios mensajeros explotan la inmunidad proporcionada por sus pasaportes diplomáticos. Aunque las identidades de los implicados y las fechas de las transferencias son conocidas por las agencias occidentales, el canal sigue activo.
Parece que la campaña económica contra Hezbolá no tendrá éxito si el Líbano permanece fuera de los límites.
“Todo el aparato financiero de Hezbolá se basa actualmente en el sistema bancario libanés, que nadie quiere tocar”, dice Uzi Shaya, ex oficial de inteligencia israelí y la persona que dirigió la campaña para cerrar el Banco Canadiense Libanés, que había sido una de las principales fuentes de fondos de Hezbolá.
“Una organización del tamaño de Hezbolá no puede sostenerse con maletas de dinero”, añade Shaya.