¿Cómo derrotar a Hamás? Privar a los miembros de Hamás de su principal fuente de ingresos, que es UNRWA, el mayor empleador de Hamás en Gaza.
Las personas que organizan y participan en los disturbios actuales en las vallas de Gaza son empleados de UNRWA: 20,000 miembros orgullosos de Hamás que controlan la asociación de trabajadores de UNRWA y la asociación de docentes de UNRWA desde 1999, todos los cuales incitan a una invasión masiva de Israel bajo el lema del «derecho de retorno por la fuerza de las armas»
El «retorno» al que se refieren es a aldeas que los árabes abandonaron hace tres generaciones, la mayoría esperando regresar después de que los ejércitos árabes destruyeron el incipiente estado judío, entre 1948 y 1953, tras la Guerra de Independencia de Israel, en la que los árabes atacacaron a Israel.
UNRWA ha mantenido a 5 millones de descendientes de refugiados árabes en condiciones «temporales», mientras que los anuncios de Hamás incentivan al fuego.
¿Qué se puede hacer para apagar las llamas de Hamás?
Las naciones donantes de la UNRWA pueden exigir el corte los sueldos que les pagan, lo que transformaría a Hamás en mendigos que se morirían de hambre por falta de efectivo.
Estados Unidos, Canadá, el Reino Unido y Australia tienen leyes estrictas que establecen claramente que sus respectivas naciones deben condicionar la ayuda al OOPS con el estricto requisito de que, para recibir ayuda, ningún miembro de una organización terrorista extranjera pueda recibir un salario
De hecho, Canadá cortó su ayuda al fondo general de UNRWA en 2009 después de que Hamás tomara el control del sindicato de trabajadores de UNRWA y la asociación de docentes de UNRWA, como se documenta en un estudio que fue encargado por el Parlamento Europeo.
Canadá renovó la financiación del fondo general del UNRWA en 2016, después de que UNRWA le mintió a Ottawa aludiendo que ya no emplea a miembros de Hamás.
Como no se eliminó a ningún miembro de Hamás del personal de la UNRWA, este sería un momento oportuno para que las naciones donantes exijan que la UNRWA lleve a cabo una revisión de sus empleados para detectar conexiones terroristas.
El siguiente paso lógico es exigir que la UNRWA de hecho despida a cualquiera y a todos los miembros de Hamás en el personal.
En una reunión política de la UNRWA celebrado en Ginebra en 2004, le pregunté a Peter Hansen, entonces jefe de la UNRWA, cómo podía justificar a los miembros de Hamás en su equipo. Su respuesta fue que el UNRWA no tiene en cuenta la afiliación religiosa de sus funcionarios y añadió que no tenía problemas para emplear a los miembros de Hamás en la nómina del UNRWA.
Como resultado de esa declaración, las naciones donantes obligaron a UNRWA a despedir a Hansen.
La destitución de Hansen sienta un precedente que las naciones donantes del UNRWA podrían invocar fácilmente.