El Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP) de la OLP pidió que se intensificaran “todas las formas de resistencia” contra Israel tras la demolición de dos viviendas en el barrio de Sheikh Jarrah, en el este de Jerusalén, el miércoles.
Advirtió a Israel de que no siguiera adelante con su supuesto plan de “judaizar” Sheikh Jarrah y Jerusalén.
Las dos viviendas fueron derribadas en el marco de una disputa legal por la propiedad con la ciudad, que confiscó los terrenos hace décadas para destinarlos a espacio público y ahora planea construir allí una escuela para niños árabes con necesidades especiales.
Los palestinos y la comunidad internacional creen que Israel está trabajando para disminuir la presencia palestina en la ciudad desalojando a los residentes palestinos para dar paso a proyectos públicos y a la construcción de viviendas judías.
Hay cientos de familias palestinas, incluso en Sheikh Jarrah, que se enfrentan a estos desalojos.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de la AP dijo en un comunicado que “condena en los términos más enérgicos el atroz crimen cometido por las fuerzas de ocupación y la policía en la madrugada de hoy en la demolición de dos casas de la familia Salhia Sheikh Jarrah, en medio de las medidas brutales y el castigo colectivo impuesto en la zona, donde utilizaron la violencia extrema y bombas de sonido, y detuvieron a todos los activistas de solidaridad presentes en el lugar”.
“Este crimen se inscribe en el marco de los numerosos crímenes cometidos por las autoridades de ocupación, las milicias y los colonos en Jerusalén con el objetivo de completar su israelización y judaización y cambiar su realidad histórica, jurídica y demográfica existente”, acusó el ministerio.
El ministerio de la AP consideró al gobierno israelí plena y directamente responsable de los “crímenes”, advirtiendo que tendrían “repercusiones catastróficas” en la solución de los dos Estados y socavarían cualquier perspectiva de iniciar negociaciones de paz.
“El ministerio pide a la administración estadounidense que cumpla los compromisos y las promesas que anunció hacia los indefensos civiles palestinos, y hacia los hogares del barrio de Sheikh Jarrah y de Jerusalén en general”, declaró.
La “Gobernación de Jerusalén” de la AP condenó la demolición como un “crimen de guerra” e instó a la comunidad internacional a intervenir inmediatamente para detener las medidas israelíes.
Otras facciones terroristas palestinas también se hicieron eco de ese llamamiento.
Ahmad Ruweidi, asesor principal para asuntos de Jerusalén del presidente de la AP, pidió a la comunidad internacional y a la Corte Penal Internacional que “pongan fin a su silencio y asuman sus responsabilidades en relación con las continuas demoliciones de casas de palestinos”.
Denunciando las demoliciones como “masacres”, Ruweidi dijo que los palestinos no abandonarán sus casas y tierras a pesar de las prácticas y medidas israelíes. Añadió que hay más casas que están siendo objeto de demolición en Sheikh Jarrah y Silwan.
La AP y su Ministerio de Asuntos Exteriores también pidieron a Estados Unidos que cumpla su promesa de reabrir el antiguo Consulado General de Estados Unidos en Jerusalén, que había actuado como embajada de facto para los palestinos y que la anterior administración de Trump había cerrado en 2019.