El director de una mezquita en Hamburgo, Alemania, recibió instrucciones detalladas de un funcionario iraní a través de cientos de mensajes de texto antes de que las autoridades alemanas cerraran la institución el mes pasado, según informó el medio Der Spiegel.
Entre finales de 2021 y finales de 2023, Mehdi Mostafavi, un funcionario de Irán, envió más de 650 mensajes de WhatsApp a Mohammad Hadi Mofatteh, director del Centro Islámico de Hamburgo (IZH), según Der Spiegel. Este informe sigue a la prohibición impuesta en Alemania al IZH y a sus organizaciones afiliadas por promover objetivos islamistas radicales.
El IZH, un centro cultural que incluye la conocida Mezquita Azul, actuaba como “representante directo del líder supremo musulmán chiíta de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, buscando provocar una revolución islámica en Alemania para establecer un gobierno teocrático”, declaró el Ministerio del Interior alemán al anunciar la prohibición el mes pasado.
En un mensaje enviado tras el ataque de Hamás en Israel el 7 de octubre, Mostafavi instruyó a Mofatteh para que describiera la masacre como una “operación valiente” y una respuesta a los supuestos crímenes de Israel contra los palestinos. En uno de los mensajes citados por Der Spiegel, se lee: “La Resistencia Islámica no tenía otro medio para detener los crímenes de Israel… Gracias al coraje de la juventud palestina, el régimen sionista nunca será el mismo”.
Además de promover la narrativa y la ideología de Teherán, la policía alemana encontró documentos que indican que el centro islámico servía como canal de financiamiento para milicias subsidiarias, incluyendo operaciones en Yemen, respaldadas personalmente por Jamenei. Un alto clérigo de Hezbolá, encargado de las relaciones exteriores del grupo terrorista, visitó varias veces el centro y agradeció su “apoyo financiero, espiritual y consultivo”, según el informe.
Alemania considera a Hezbolá una organización terrorista y prohibió sus actividades en su territorio en 2020. Ante la prohibición del IZH, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán convocó al embajador alemán en Teherán el pasado miércoles, expresando su protesta y calificando la medida como un acto de islamofobia contrario a las enseñanzas de las religiones abrahámicas. Según el ministerio, la prohibición viola la libertad de expresión y fomenta la violencia y el extremismo.
La clausura del IZH y el posterior informe de Der Spiegel coinciden con el aumento de los ataques liderados por Hezbolá contra comunidades israelíes y puestos militares a lo largo de la frontera entre Israel y Líbano desde el 8 de octubre, en apoyo a Gaza en el contexto de la guerra en curso.
Además, ocurre en medio de un incremento del antisemitismo en Alemania y en todo el mundo tras el ataque del 7 de octubre a Israel, en el que miles de terroristas de Hamás asesinaron a unas 1.200 personas y tomaron 251 rehenes, desencadenando la guerra actual.