Los globos cargados con explosivos volaron sobre la frontera entre Israel y Gaza el lunes, lo que provocó ocho incendios en el espacio de una hora el lunes por la tarde mientras aterrizaban en territorio israelí.
Los incendios se produjeron en tierras agrícolas cerca de Shaar Hanegev y el Consejo Regional de Eshkol. Los bomberos y los empleados del JNF y de la Autoridad de Parques y Naturaleza de Israel luchaban con éxito contra las llamas en la región de Eshkol.
Uno de los incendios se produjo en un monumento en memoria del fallecido sargento Asaf-Yaakov Siboni, cerca del kibutz Nir Am. Siboni era un soldado de la Brigada Nahal que murió cuando dos helicópteros de las FDI se estrellaron en el norte de Israel en febrero de 1997.
El domingo, después de una semana de relativa calma durante la cual las comunidades adyacentes a Gaza en el Negev occidental se salvaron de los incendios provocados por globos y cometas incendiarios, se produjeron siete incendios forestales como resultado de varias docenas de globos incendiados que fueron lanzados desde la Franja de Gaza.
Un coordinador de seguridad de una de las comunidades de la región de Eshkol dijo el domingo que “estamos luchando contra el problema de los globos incendiarios las 24 horas del día”.

“Esa se ha convertido en nuestra principal ocupación, mientras que el trabajo de seguridad en curso se deja de lado, porque el terrorismo con globos se ha convertido en un problema importante en la vida diaria de los residentes de estas comunidades. Los que pagan el precio más alto son los agricultores, que ven cómo meses de trabajo arden en llamas en momentos. También se están causando daños masivos a los campos y a los cultivos, así como a la maquinaria agrícola”, dijo el coordinador.
“El hecho de que el gobierno y el sistema de defensa vivan con este terror y no hagan casi nada para contener el fenómeno, no derribando los globos, sino tomando medidas activas contra Hamás y los [otros] grupos terroristas y las personas que lanzan los globos, es una vergüenza”.
“Las vidas de los residentes se pierden. Ningún país del mundo permitiría que un terrorismo como éste continúe”, añadió.