Un asalto mortífero perpetrado por hombres armados de Hamás en el sur de Israel durante el fin de semana ha dejado al menos 260 personas acribilladas en un festival de música al aire libre. Este ataque sin precedentes ha marcado el día más mortífero en la historia de la nación.
El grupo de voluntarios ZAKA, encargado de lidiar con las secuelas humanas de atentados terroristas y catástrofes, anunció esta alarmante cifra, aumentando la angustia entre padres y amigos que buscan desesperadamente a sus seres queridos desaparecidos desde el ataque de Hamás. Aunque muchos de los desaparecidos se encuentran entre los fallecidos, algunos se cree que han sido secuestrados y llevados a Gaza, donde grupos terroristas retienen a más de 100 personas.
El objetivo de este ataque fue el festival Nova, una fiesta rave que atrajo a aproximadamente 3.000 israelíes, en su mayoría jóvenes. Testigos describen una pesadilla de masacre, donde los terroristas, aparentemente bien informados sobre el evento y con una fuerte presencia en el lugar, rodearon a los asistentes y dispararon indiscriminadamente, seguido de búsquedas y capturas de sobrevivientes.
ZAKA ha recuperado al menos 260 cuerpos en el lugar, cerca del kibutz Re’im. El atentado del sábado por la mañana ocasionó la muerte de al menos 700 personas, ya que los terroristas de Hamás invadieron al menos 22 localidades, incluyendo áreas rurales y una ciudad a unos 24 kilómetros de la frontera, perpetrando ataques en las calles y en las casas de la población.
Los enfrentamientos entre las fuerzas militares y los atacantes se prolongaron durante todo el sábado, y el ejército israelí luchó para recuperarse de la sorpresa inicial. Sin embargo, lograron abatir y capturar a numerosos terroristas. Aunque para el domingo por la noche ya había menos enfrentamientos, el ejército informó que aún existían focos de resistencia terrorista en la zona, y continuaban los esfuerzos para asegurar completamente las comunidades.
Israel ha prometido tomar represalias contra Hamás, con ataques aéreos y terrestres. Aviones y helicópteros de combate israelíes han atacado más de 800 objetivos en Gaza, mientras las tropas de reserva se preparan para una amplia ofensiva. Estados Unidos ha expresado su apoyo inquebrantable al esfuerzo bélico de Israel, enviando un portaaviones acompañado de aviones de combate y lanchas cañoneras a la región.
Entre las víctimas se encuentran al menos 57 soldados, incluyendo altos mandos, y 34 policías. El ministro de Asuntos Estratégicos, Ron Dermer, sugirió que el número real de muertos podría ser considerablemente mayor, posiblemente en el rango de varios cientos. La nación de Israel se enfrenta a una devastación sin precedentes en este oscuro episodio de su historia.
Tras un devastador ataque terrorista en Israel, se han desatado escenas de angustia y caos. Los restos de las víctimas están siendo recuperados, mientras desesperados padres hacen fila en un centro de personas desaparecidas cerca del aeropuerto Ben Gurion, llevando objetos que puedan contener ADN para identificar a sus seres queridos.
El número de heridos sigue aumentando, con 2,315 personas atendidas en hospitales, incluyendo 23 en estado crítico. La invasión fue llevada a cabo por terroristas en convoyes de camionetas, motocicletas, lanchas rápidas y planeadores motorizados. Además, los terroristas de Gaza han disparado miles de cohetes contra Israel, alcanzando viviendas en Tel Aviv y otros lugares.