La sede de Hamás en Estambul ha dirigido cientos de atentados terroristas contra israelíes y ha blanqueado millones de dólares, según un reciente informe del Jerusalem Center for Public Affairs.
El informe señalaba que “ha pasado una década desde la apertura oficial de las oficinas de Hamás en Estambul, y Turquía vuelve a cortejar a Israel. Turquía colabora con organizaciones terroristas tanto a nivel ideológico como operativo. Los terroristas que trabajan en suelo turco establecen infraestructuras y planifican ataques terroristas contra Israel”.
Según el informe, altos cargos de Hamás -la mayoría de ellos antiguos presos de seguridad que cumplían condena por terrorismo y que fueron liberados en el intercambio de prisioneros de Gilad Shalit- “operan desde Turquía contra Israel. A algunos se les ha concedido incluso la ciudadanía turca”.
Señalaba que la redada antiterrorista de diciembre en Nablus y Hebrón por parte de las fuerzas de seguridad israelíes iba acompañada de una prohibición de salida para varios altos cargos de Hamás que supuestamente “se relacionarían con funcionarios de Hamás en el extranjero”.
“Turquía busca hoy otra reconciliación con Israel. Israel debería exigir un ‘pago por adelantado’, lo que significa que los turcos deben actuar primero contra los operativos de Hamás en su suelo y demostrar que impiden que sigan actuando contra Israel”, decía el informe.
“Sólo entonces”, añadía, “merecerá la pena elevar las relaciones con Turquía a un nivel de entendimiento y cooperación, un objetivo que ambas partes tienen ciertamente interés en promover”.