El viernes por la tarde, la organización terrorista palestina Hamás hizo pública una declaración en la que condenaba los planes de normalización de Sudán con Israel.
La declaración de Hamás pide al gobierno sudanés que “dé marcha atrás en esta decisión que contradice los intereses del pueblo hermano de Sudán y sólo serviría a la agenda de la ocupación israelí”.
El comunicado también acusa a Israel de ser un Estado “fascista” y de cometer “crímenes contra el pueblo palestino”. Hamás afirma en la declaración que Israel ha “matado a 35 palestinos desde el comienzo de 2023, incluidos mujeres y niños, por no hablar de la expansión de los asentamientos coloniales y la profanación de lugares santos cristianos e islámicos”.
La mayoría de los palestinos que han muerto en 2023 hasta ahora eran terroristas y habían iniciado o planeado ataques contra israelíes.
La referencia a la supuesta “profanación” israelí de lugares santos cristianos e islámicos se refiere a la publicitada peregrinación del ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben-Gvir, al Monte del Templo.
Relaciones entre Sudán e Israel
Como ya informó The Post, el ministro de Asuntos Exteriores, Eli Cohen, consiguió que Sudán firmara un acuerdo de normalización con Israel.
El jueves 2 de febrero, Cohen realizó un viaje de un día para reunirse con el presidente, el general Abdel Fattah al-Burhan.
Posteriormente, Cohen hizo pública una declaración sobre el viaje en la que afirmaba: “La visita de hoy a Sudán ha sentado las bases de un acuerdo de paz histórico con un país árabe y musulmán estratégico”.
El acuerdo se firmará formalmente una vez que se otorgue el poder a un gobierno civil. El ejército sudanés está en el poder desde octubre de 2021.
Otros países que han firmado el acuerdo son Emiratos Árabes Unidos, Bahréin y Marruecos.
En 2021, Sudán confiscó algunos de los bienes de Hamás, incluidas varias empresas relacionadas con el grupo.
La relación histórica entre Sudán e Israel
En el pasado, Sudán se opuso a la creación de Israel y apoyó las guerras árabes contra este país.
Cohen subrayó este punto a su regreso a Israel, señalando que “anteriores gobiernos de Sudán trabajaron para Hamás y transfirieron equipamiento y armas a Hamás, lo que perjudicó a Sudán”.
La inclusión de Sudán en los acuerdos ha sido muy simbólica porque Jartum ha sido considerado el corazón del boicot árabe contra Israel. La Liga Árabe se reunió allí tras la Guerra de los Seis Días de 1967 y estableció lo que se conoció como los tres “no” de Jartum. Se trataba del “no” a las negociaciones con Israel, el “no” al reconocimiento de Israel y el “no” a la paz con Israel.
En 2012, Sudán culpó a Israel de atacar una fábrica militar en Jartum, lo que llevó a especular que allí se almacenaban o fabricaban armas iraníes.