El intento de Hamás de socavar la estabilidad de la seguridad en Cisjordania en las últimas semanas es el resultado de la unión de fuerzas de los dirigentes de la organización terrorista en el exterior y en la Franja de Gaza.
El cerebro de esta colaboración es el líder de Hamás en Cisjordania, Saleh al-Arouri, que impulsa constantemente la realización de más atentados y suele viajar mucho a Beirut, Estambul y Doha para reforzar los vínculos de la organización.
El título de Al-Arouri hace pensar que es el responsable de la actividad de Hamás en Cisjordania, pero sus credenciales son mucho más amplias. Dedica gran parte de su tiempo a intentar potenciar la actividad militar de Hamás fuera de Gaza, tanto en Cisjordania como en Líbano.
El interminable trabajo de las fuerzas de seguridad israelíes en la captura de células armadas en Cisjordania no parece desanimar a al-Arouri, y sigue dedicando más y más recursos a ello. Incluso el mes pasado, cuando Israel anunció que había detenido a más de 50 miembros de una célula de Hamás en Cisjordania, que estaba implicada en la planificación de atentados terroristas dentro de Israel, eso no afectó a su motivación para seguir estableciendo otras células desde cero.
Para ello, utiliza el “cuartel general de Cisjordania” de Hamás en Gaza, que es operado por los prisioneros que fueron liberados en el acuerdo de intercambio de prisioneros de Gilad Shalit, muchos de los cuales son nativos de Cisjordania. Estos operativos intentan crear escuadrones militares de Hamás controlados a distancia en Cisjordania, reclutando a la gente que conocen en la zona.
Hamás también se ha acostumbrado al perdón automático que le otorga Israel en la Franja de Gaza por las acciones que lleva a cabo en Cisjordania como un deseo de mantener la tranquilidad en la frontera sur, aunque algunos de los escuadrones terroristas que llevan a cabo ataques en Cisjordania reciban instrucciones desde Gaza.

Mientras tanto, en Gaza, la actual tranquilidad está siendo utilizada por Hamás para reconstruir y potenciar sus capacidades militares para la próxima campaña contra Israel. En los últimos siete meses, desde la guerra de mayo conocida como “Operación Guardianes de los Muros”, en la que Hamás disparó unos 4.360 cohetes, el grupo terrorista ha llevado a cabo una amplia revisión y ha elaborado un plan que le permitiría enfrentarse a Israel con mayor eficacia en una futura era.
El sistema que está tratando de construir se basa en la máxima distribución de sus capacidades para poder funcionar incluso si algunas de ellas se frustran en el próximo conflicto.
En la Operación Guardián de los Muros, Hamás fue capaz de disparar más de cien cohetes en pocos minutos desde varios lugares hacia un mismo objetivo para dificultar que la Cúpula de Hierro pudiera hacer frente a las descargas masivas. Hamás quiere ahora mejorar esa capacidad para poder disparar más de 200 cohetes en una sola andanada para desafiar al sistema de defensa aérea de Israel.
El objetivo más importante que fue atacado durante la guerra fue el Centro de Investigación y Desarrollo de Hamás, donde la organización perdió a la mayoría de sus mejores mentes. Hamás también está tratando de restablecer sus capacidades con la ayuda del grupo terrorista libanés Hezbolá, que le está ayudando a mejorar la precisión de sus cohetes, el desarrollo y la producción de aviones no tripulados y la guerra cibernética y electrónica para perturbar las operaciones de las FDI y el sistema Cúpula de Hierro.
Los comandos navales de Hamás, formados por decenas de combatientes, también practican en diversas operaciones en el mar, incluyendo inmersiones a larga distancia, utilizando embarcaciones rápidas que les permitirían acercarse a una refinería de petróleo israelí o a las playas para apuntar a estos lugares con misiles guiados antitanque.
Pero la principal habilidad que Hamás está tratando de mejorar de cara a la próxima guerra con Israel es el secuestro. En los últimos días, la organización en Gaza ha llevado a cabo un gran ejercicio militar, una parte importante del cual era un escenario de secuestro de un soldado israelí o un civil.
Debido a la finalización de la barrera subterránea por parte de Israel, se espera que Hamás planifique una operación para volar la valla con coches bomba y realizar inmediatamente una rápida penetración a través de los agujeros creados en ella, enviando unidades en varias direcciones y secuestrando israelíes.
Este plan, por cierto, siempre puede coger a Israel por sorpresa y no es necesario que tenga lugar tras otro conflicto transfronterizo.
Además, Hamás también se entrena para infiltrarse en Israel utilizando paracaídas, y en las próximas semanas realizará otro gran ejercicio en el que se centrará en disparar una andanada de cohetes hacia el mar.