En el segundo aniversario del asesinato del general iraní Qassem Soleimani, jefe de las operaciones exteriores de la Guardia Revolucionaria iraní, y de Abu Mahdi al-Muhandis, número dos del Hashd al-Shaabi, el grupo islamista integrado en el Estado iraquí, muerto por un ataque de un avión no tripulado estadounidense en Bagdad el 3 de enero de 2020, el jeque Nabil Kaouk, miembro del Consejo Central de Hezbolá, se congratuló el domingo de que Israel esté ahora rodeado de misiles, especialmente en Líbano, gracias a la acción del general iraní.
El líder chiíta hizo sus declaraciones mientras Hezbolá organizaba varios homenajes en el sur del Líbano a lo largo del día, y su secretario general, Hassan Nasrallah, tiene previsto pronunciar un discurso sobre el tema el lunes.
Millones de combatientes
Durante un homenaje en Saida, el jeque Kaouk dijo que “uno de los mayores logros” de Qassem Soleimani es que “impuso un bloqueo al enemigo israelí rodeándolo por todos lados con cohetes balísticos”, subrayando que “estos misiles rodean a la entidad sionista desde Gaza, Líbano, Siria, Yemen, Irak e Irán”. También consideró que “formar un eje de resistencia a lo largo de los países de la región es un paso avanzado que permitirá la formación de un ejército de millones de combatientes para liberar Palestina”. El dirigente chiíta insistió finalmente en que “Líbano nunca estará a favor de la normalización con Israel. Por mucho que nos rodeen y nos sometan a ataques políticos, mediáticos y económicos, Líbano no traicionará a Palestina”, concluyó.
Anteriormente, Nabil Kaouk había asegurado “enfrentarse al enemigo en cualquier guerra futura con 100.000 combatientes que llevan dentro el espíritu, la determinación, la fe y la voluntad de Qassem Soleimani”. Estas palabras se produjeron durante una campaña de reforestación lanzada por Hezbolá en la frontera libanesa-israelí, y bautizada como “el olivo de Soleimani”, en presencia del diputado Hassan Ezzeddine.
En Saida, también se colocó un retrato de Qassem Soleimani en el monumento a las víctimas en la entrada sur de la ciudad. La ceremonia tuvo lugar en presencia de varios líderes del grupo terrorista Hezbolá. El jeque Maher Hammoud, suní cercano al partido proiraní, afirmó que “cualquier ataque israelí contra la República Islámica provocará una respuesta que reducirá a cenizas a la entidad sionista”. Tras el ataque que mató al general Soleimani, Irán tomó represalias disparando misiles contra las bases iraquíes que albergan a soldados estadounidenses, diciendo que los ataques eran “una advertencia” antes de una respuesta a mayor escala. Sin embargo, todavía no se ha producido ningún ataque importante.
Por otra parte, la proximidad del segundo aniversario de la muerte del general iraní ha provocado tensiones entre facciones rivales en Ain el-Hue, cerca de Saida. Miembros del movimiento Ansar Allah, cercano a Hezbolá, querían colgar una pancarta en memoria del exjefe de operaciones exteriores de la Guardia, a lo que se opusieron elementos de un grupo islamista. Sin embargo, no se registraron enfrentamientos en el campamento, que experimenta regularmente enfrentamientos armados entre grupos rivales.