Misil de islamistas hutíes impacta buque de EE. UU. en el golfo de Adén, incrementando tensiones en la región.
Un misil lanzado por los hutíes impactó el lunes un buque estadounidense en el golfo de Adén. Este ataque sucede tras otro intento similar contra un destructor de EE. UU. en el mar Rojo. Estos incidentes, reivindicados por los hutíes, han escalado las tensiones en áreas estratégicas para el transporte marítimo mundial.
El blanco de este último ataque fue el “Eagle Gibraltar”, un granelero de bandera de las Islas Marshall. Según informó el Comando Central del ejército estadounidense, el buque no sufrió daños significativos y no se reportaron heridos. La Oficina de Operaciones de Comercio Marítimo del Reino Unido confirmó la ubicación del ataque a 110 millas al sureste de Adén, especificando que un misil impactó el lado de babor del buque.
El general de brigada Yahya Saree, portavoz militar de los hutíes, declaró en un discurso televisado que consideran a los barcos estadounidenses y británicos como “objetivos hostiles”. Por su parte, Eagle Bulk Shipping, dueños del buque, indicaron a The Associated Press que el ataque causó daños limitados a una bodega de carga. Además, confirmaron que todos los marinos a bordo están ilesos y que la nave transportaba productos siderúrgicos.
El Comando Central de EE. UU. también reportó un lanzamiento fallido de misiles balísticos antibuque en el sur del mar Rojo, que impactaron en tierra en Yemen. Esta situación ha llevado a la Administración Marítima de EE. UU. a emitir una advertencia sobre el “alto grado de riesgo” para los buques comerciales en las proximidades de Yemen.
La escalada de tensiones se enmarca en un contexto más amplio de conflictos en la región, incluyendo la guerra de Israel contra Hamás en Gaza. Estos ataques amenazan la seguridad de una ruta comercial crucial que conecta Asia y Oriente Medio con Europa a través del canal de Suez. La situación ha llegado a tal punto que incluso el líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah, se ha referido a los ataques hutíes como un factor que convierte el mar en un “campo de batalla”.
A pesar de estos incidentes, el presidente Joe Biden ha afirmado que Estados Unidos “no dudará en tomar medidas adicionales para proteger a su gente y el libre flujo del comercio internacional”. Los ataques estadounidenses contra los hutíes han sido significativos, incluyendo 28 lugares y más de 60 objetivos con misiles y bombas. Sin embargo, los hutíes no han reconocido la magnitud de los daños causados.