Combatientes hutíes de Yemen dispararon misiles tierra-aire (SAM) contra un avión de combate estadounidense y un dron MQ-9 Reaper esta semana, pero ninguno fue alcanzado, según dos funcionarios de Estados Unidos citados por Reuters.
Las fuentes, que pidieron anonimato, no precisaron si los ataques ocurrieron en el mar Rojo o en territorio yemení. Uno de ellos sugirió que estos incidentes podrían indicar un avance en las capacidades ofensivas del grupo insurgente.
El lanzamiento de los misiles ocurrió el miércoles, convirtiéndose en la primera ocasión en que un SAM es dirigido contra un caza F-16 de Estados Unidos, según Fox News. La cadena también informó que el avión operaba en espacio aéreo yemení, pero fuera de áreas controladas por los hutíes.
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Este ataque representa una escalada en los enfrentamientos entre los hutíes, respaldados por Irán, y las fuerzas militares estadounidenses, afirmaron altos funcionarios del Departamento de Defensa a Fox.
En paralelo, el presidente Donald Trump restableció la designación del grupo hutí, conocido como Ansar Allah, como Organización Terrorista Extranjera (FTO) en su primera semana tras regresar a la Casa Blanca.
La administración Trump anunció que colaborará con aliados en la región para desmantelar la capacidad operativa del grupo, cortar sus fuentes de financiamiento y frenar sus ataques contra personal y civiles estadounidenses, socios estratégicos y la navegación en el mar Rojo.
Por su parte, Abdul Malik al-Hutí, líder de la facción islamista, amenazó con responder militarmente si Estados Unidos e Israel avanzan con la reubicación forzada de residentes de Gaza. En una declaración por video el jueves, advirtió que lanzarán misiles, utilizarán drones y ejecutarán operaciones navales si el plan se concreta.
Al-Hutí instó a sus fuerzas a mantener la máxima alerta ante una posible intervención extranjera, al tiempo que aseguró que su grupo coordina con aliados yihadistas y el denominado Eje de la Resistencia.
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A finales de enero, Trump firmó una orden ejecutiva que clasifica nuevamente a Ansar Allah como organización terrorista. Según el documento, los hutíes han recibido apoyo de la Fuerza Quds del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán (CGRI-QF), lo que les ha permitido atacar buques de guerra estadounidenses en decenas de ocasiones desde 2023, poniendo en riesgo a militares de EE. UU.
El decreto señala que, desde que los hutíes tomaron control de gran parte de Yemen entre 2014 y 2015, han llevado a cabo ataques contra infraestructura civil, incluidos aeropuertos en Arabia Saudita, atentados en Emiratos Árabes Unidos en 2022 y el lanzamiento de más de 300 proyectiles contra Israel desde octubre de 2023.
Además, el texto menciona que han efectuado más de 100 ataques contra buques comerciales en Bab al-Mandeb, causando la muerte de cuatro marineros civiles y obligando a desvíos en el tráfico marítimo del mar Rojo, lo que ha afectado la inflación global.
En respuesta a la medida de Trump, los hutíes rechazaron su designación como organización terrorista, argumentando que se trata de una agresión política contra Yemen. Desde el Ministerio de Asuntos Exteriores en Saná, controlado por los insurgentes, calificaron la decisión como un acto de presión y un respaldo indirecto de Washington a Israel en la guerra de Gaza.
El grupo también acusó a Estados Unidos de utilizar las etiquetas de terrorismo con fines políticos y de atacar directamente la postura de Yemen en apoyo a la causa palestina.