Los servicios de inteligencia israelíes creen que Hassan Narallah, secretario general de la organización terrorista Hezbolá, está enfermo con el coronavirus y su salud se está deteriorando, informó el Canal 12 de noticias.
La evaluación se produce después de que Nasrallah pronunciara anoche un discurso en vídeo en el que aparecía enfermo, con dificultades para hablar y tosiendo.
«Israel debe comprender que la respuesta a los daños causados a los lugares sagrados de Jerusalén no se detendrá dentro de las fronteras de la resistencia en Gaza», afirmó Nasrallah en el vídeo.
«La ecuación a la que hay que llegar es la siguiente: Jerusalén – una guerra regional. Los israelíes deben entender que cualquier movimiento de este tipo significa una guerra regional que terminará en su destrucción», añadió.
Durante la operación, Nasrallah no hizo ninguna declaración, y los funcionarios de Hezbolá permanecieron relativamente callados, con solo una o dos declaraciones, aparte de un comunicado oficial emitido por el movimiento terrorista tras el alto el fuego.
Nasrallah declaró el martes que no había hecho ninguna declaración en las últimas semanas porque había estado enfermo. El líder de Hezbolá pronunció el discurso en voz baja y rasposa y pareció tener dificultades para mantener la cabeza erguida.
Las FDI creen que el discurso del martes por la noche fue un error de Hezbolá, ya que Nasrallah intentaba emitir mensajes amenazantes, pero parecía débil y enfermo.
El líder de Hezbolá declaró que Gaza sorprendió “tanto a amigos como a enemigos” cuando cumplió su amenaza de lanzar cohetes contra Jerusalén en respuesta a los disturbios en torno a Sheikh Jarrah y la mezquita de al-Aqsa.
Nasrallah subrayó que Israel “juzgó mal” el impacto de sus movimientos y dijo que Jerusalén entró en una “fase muy peligrosa” que condujo al conflicto. Añadió que la escalada de Gaza fue un “paso histórico” que debe “entenderse adecuadamente y construirse adecuadamente”.
Nasrallah subrayó que “violar” los lugares sagrados de Jerusalén difiere de cualquier otro asunto, y que la reacción sería “diferente” de la que se produce ante el asesinato de comandantes o la destrucción de viviendas.