A medida que la pandemia de coronavirus continúa extendiéndose, Israel, Hezbolá en el Líbano y Hamás y otros grupos terroristas palestinos en la Franja de Gaza han llegado a un entendimiento oficioso sobre la necesidad de mantener un alto el fuego de facto.
El líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah, dijo en un discurso reciente que “hoy nos enfrentamos a un enemigo cuya amenaza es clara, grande y amplia. Esta amenaza no se detiene en las fronteras, sino que involucra al mundo. Estamos en medio de una … guerra global”.
Añadió que “en cualquier batalla, hay un objetivo y un enemigo, el problema en esta batalla es que el enemigo es el ‘coronavirus’, que es anónimo en todos sus aspectos. Su amenaza se ha vuelto obvia para todas las personas”.
La pandemia del coronavirus no es más que la última crisis que ha golpeado al vecino del norte de Israel, que ya está luchando con la actual agitación política, las protestas masivas contra el gobierno y la grave crisis económica.
El primer caso de coronavirus en el Líbano fue reportado el 23 de febrero, cuando una mujer de 45 años dio positivo después de regresar al Líbano desde la ciudad santa iraní de Qom. Muchos en el Líbano, incluidos muchos en la comunidad chiíta del país, habían dado anteriormente la alarma por los frecuentes vuelos que llegaban al Líbano desde Irán, ya que la República Islámica se enfrenta a uno de los brotes de coronavirus más mortíferos del mundo. Sin embargo, Nasrallah no detuvo ni explicó los vuelos.
Muchos en el Líbano creen que estos vuelos no solo traían libaneses de vuelta al Líbano, sino también iraníes infectados con el virus para ser tratados en los hospitales privados de Hezbolá. El hecho de que no se permitiera a los medios de comunicación entrar en el aeropuerto cuando llegaron estos vuelos, creían, indicaba que Hezbolá estaba ocultando algo, o alguien.
En un discurso reciente, Nasrallah dijo que la guerra global contra la pandemia puede ganarse si cada uno hace su parte.
“La responsabilidad frente al coronavirus es amplia. El virus puede ser derrotado si todos asumen su responsabilidad y hacen su parte”, dijo.
El líder de Hezbolá dijo que las oraciones son el “arma más efectiva en la batalla actual”, pero instó a la gente a rezar en casa y a no visitar mezquitas o iglesias. Subrayó la importancia del auto-aislamiento para frenar la propagación del virus, y pidió a todos aquellos con síntomas que los reportaran inmediatamente, añadiendo que era un deber religioso seguir las instrucciones de las autoridades sanitarias.
En su discurso, Nasrallah también pidió a los bancos del país que “actuaran de manera responsable” en medio de la crisis actual.
En el Líbano, el gobierno, las fuerzas de seguridad y Hezbolá están trabajando mano a mano para tratar de contener la enfermedad. El Líbano ha cerrado todas las instituciones educativas, restaurantes, clubes nocturnos, pubs, cafés, exposiciones, parques, cines, centros comerciales y otros lugares de reunión, y también ha prohibido, aunque tardíamente, los vuelos procedentes de 11 países muy afectados, incluido el Irán. Hezbolá también ha congelado todos los viajes a Irán y ha impuesto una cuarentena en Siria a un grupo de estudiantes que regresaban al Líbano por el aeropuerto de Damasco.
La Franja de Gaza, controlada por Hamás, es una de las zonas más densamente pobladas del planeta y sus servicios de salud son deficientes. Por ello, existe la preocupación de que la pandemia se extienda muy rápidamente en Gaza, provocando una crisis humanitaria. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha advertido que el sistema de atención de la salud de Gaza no podrá hacer frente a un brote, y las autoridades israelíes han expresado su temor de que esa crisis sea solo cuestión de tiempo.
Hamás también es muy consciente del riesgo; la reciente calma relativa en la frontera entre Israel y Gaza se debe a que los dirigentes de Hamás entienden que dependen de Israel y Egipto para hacer frente a esta crisis.
A Hamás y las demás facciones terroristas de Gaza también les preocupa que, si se lanza algún ataque contra Israel, Israel pueda aprovechar la atención del mundo sobre el brote de coronavirus para llevar a cabo ataques aéreos masivos en Gaza y posiblemente asesinar a los líderes terroristas. Los funcionarios de Hamás dicen que la organización terrorista mantendrá la calma actual, que no es el momento de los enfrentamientos en la frontera de Gaza.
Se han confirmado nueve casos de coronavirus en la Franja de Gaza, anunció el Ministerio de Salud palestino a finales del miércoles. Los pacientes fueron puestos en cuarentena en un hospital de campaña en la ciudad fronteriza de Rafah. El hospital está diseñado para tratar a los pacientes con coronavirus que entran en la Franja de Gaza a través de Egipto. El ministerio dijo que pruebas realizadas a 19 palestinos que volvieron a la Franja de Gaza a través del cruce fronterizo de Rafah con Egipto fueron negativas.
Es de sumo interés para Israel asegurarse de que la pandemia no golpee a Gaza, e Israel ya ha entregado 200 kits de pruebas de coronavirus a Gaza como parte de un esfuerzo para prevenir un brote allí. El 22 de marzo, Israel anunció que todos los cruces hacia Israel desde Gaza han sido cerrados.
Hamás ha restringido las oraciones obligatorias en las mezquitas, animando a la gente a realizar las oraciones en casa en su lugar, y ha cerrado las salas de oración de las mujeres. Las reuniones se han limitado a 100 personas y las escuelas permanecerán cerradas hasta marzo.
Las autoridades sanitarias palestinas han expresado su preocupación por el hecho de que, en medio de un grave brote en la Franja de Gaza, miles de palestinos puedan tratar de entrar por la fuerza en Israel y/o Egipto.
A la sombra de la pandemia de coronavirus, Israel, Hezbolá, Hamás y los demás grupos terroristas de la Franja de Gaza están de acuerdo en que controlar la propagación del virus es la máxima prioridad. Sin embargo, la actual tregua en la violencia es temporal y solo durará hasta que el virus sea derrotado.
La pandemia también está sirviendo de lección objetiva sobre los riesgos de las armas biológicas, que no distinguen entre religiones, ideologías y fronteras. Es posible que esto pueda disuadir a grupos como Hezbolá y Hamás de tratar de obtener o utilizar armas biológicas en el futuro.
En cualquier caso, Israel debe tener en cuenta las lecciones aprendidas de esta pandemia para prepararse para una futura amenaza de bioterrorismo.