Moussa Abu Marzouk, figura clave en el politburó de Hamás, expresó en una entrevista con The New York Times, publicada el lunes tras realizarse el viernes, que no habría apoyado el ataque del 7 de octubre de 2023 contra el sur de Israel de conocer las consecuencias devastadoras para la Franja de Gaza.
El asalto del 7 de octubre, liderado por miles de terroristas de Hamás, cruzó la frontera entre Gaza e Israel y dejó unas 1.200 personas muertas, mayormente civiles, junto con 251 rehenes tomados en medio de actos brutales y agresiones sexuales. Ese evento desató la guerra en Gaza, que arrasó el enclave, mató a decenas de miles y llevó al presidente Donald Trump a exigir la reubicación forzosa de más de 2 millones de residentes.
Otros frentes de combate debilitaron el “Eje de la Resistencia” de Irán. La guerra devastó al grupo terrorista Hezbolá en Líbano y contribuyó al colapso del régimen de Bashar al-Assad en Siria, respaldado por Teherán.
“El 7 de octubre no habría ocurrido de anticipar lo que pasó”, afirmó Abu Marzouk. Aunque desconocía los detalles precisos del plan, sostuvo que no lo habría aprobado con la información actual.
Esa postura de arrepentimiento contrastó con declaraciones previas de líderes de Hamás. Ghazi Hamad, también del politburó, afirmó semanas después del ataque que el 7 de octubre era “solo el comienzo” y prometió más ofensivas hasta aniquilar a Israel, dispuesto a pagar el costo.
Tras el alto el fuego y la liberación de rehenes el mes pasado, Hamás y sus aliados proclamaron la guerra como una “victoria” para su causa.
Sin embargo, Hazem Qassem, portavoz de Hamás, contradijo a Abu Marzouk: “La destrucción en Gaza proviene de la agresión de la ocupación. El 7 de octubre representa un giro estratégico en la lucha palestina”.
Poco después, Hamás emitió un comunicado que tachó las palabras de Abu Marzouk de “incorrectas y descontextualizadas”. El grupo afirmó que la entrevista, hecha días antes, no reflejaba fielmente las respuestas completas.
Abu Marzouk destacó en la entrevista que la supervivencia de Hamás, pese a la ofensiva israelí, era una “forma de victoria”. Comparó al grupo, que controla Gaza desde el golpe contra Fatah en 2007, con alguien que resiste un combate contra Mike Tyson. No obstante, calificó de “inaceptable” considerar la guerra una victoria absoluta.
“Israel perdió el control y se vengó de todo”, señaló Abu Marzouk. “Eso no es victoria bajo ningún estándar”.
Abu Marzouk propone negociar desarme de Hamás en Gaza

Abu Marzouk, en entrevista con The New York Times, expresó disposición a discutir el desarme del grupo terrorista en Gaza. “Todo tema sobre la mesa merece diálogo”, afirmó, aunque evitó precisar detalles sobre un posible acuerdo al respecto.
Esas palabras chocaron con posturas más firmes de otros líderes de Hamás. Osama Hamdan, del politburó, declaró este mes que “las armas de la resistencia” no admiten negociación.
Ante los dichos de Hamdan, Abu Marzouk señaló que ningún líder define solo la dirección del grupo.
Hazem Qassem, portavoz de Hamás, descartó el desarme: “La resistencia armada es un derecho legítimo. Lo atribuido a Abu Marzouk no refleja nuestra posición. Mantendremos la lucha hasta la liberación”.
Sobre el reciente acuerdo de alto el fuego y liberación de rehenes, que frenó los combates en Gaza mientras Hamás soltó a cautivos del 7 de octubre e Israel liberó a más de mil terroristas presos, muchos condenados por terrorismo, Abu Marzouk mostró apertura a prolongar la primera etapa, vigente hasta el sábado.
Sin embargo, exigió ratios más altos de terroristas presos por rehén restante, distintos a los previos. Hamás clasifica a todos los cautivos vivos, incluso civiles, como soldados.
Posibles intercambios de 500 o 1.000 prisioneros por cada rehén restante sugirió Abu Marzouk, opciones que Israel probablemente rechazará.
Días antes de que Israel congelara el sábado la liberación de 602 terroristas presos por seis rehenes vivos, tras ceremonias de propaganda que el Estado llamó “humillaciones”, se realizó la entrevista.
Hamás, según Abu Marzouk, aceptaría liberar a todos los rehenes a cambio del fin de la guerra y la excarcelación total de terroristas palestinos presos, condiciones que Israel ya desestimó.
Hamás negocia liberación de rehenes en segunda fase

El sábado marca el fin de la primera etapa del acuerdo. Las negociaciones avanzan hacia la segunda fase, que contempla la liberación por Hamás de todos los rehenes vivos restantes, estimados en al menos 24 de 63 cautivos, a cambio de miles de terroristas presos palestinos, la retirada total de Israel de Gaza y el cese definitivo de la guerra.
Steve Witkoff, enviado de Donald Trump para Oriente Medio, afirmó el domingo: “La fase dos llegará, confío en que ocurrirá”. Sin embargo, rechazó cualquier rol de Hamás en el gobierno de Gaza tras la guerra, llamándolo una “línea roja”.
Israel mantiene planes de combate listos, según líderes recientes, ante un posible colapso del acuerdo que reactive la guerra.
Un ataque israelí ocurrió el lunes contra un sitio en Gaza que lanzó un cohete hacia Israel, sin llegar a la Franja, reportó el ejército. Otro sitio de lanzamiento de cohetes en la zona también recibió un impacto, añadieron las Fuerzas de Defensa.