El nuevo líder del grupo terrorista Estado Islámico (ISIS) es Amir Mohammed Abdul Rahman al-Mawli al-Salbi, informó el lunes The Guardian, citando a funcionarios de dos servicios de inteligencia.
Salbi es uno de los fundadores del grupo y supervisó la esclavitud de los miembros de la comunidad Yazidi en Irak, así como las operaciones jihadistas en todo el mundo, según el informe.
Reemplaza al primer líder del grupo, Abu Bakr Al-Baghdadi, que fue asesinado en una operación de los Estados Unidos el año pasado. El informe de The Guardian dijo que Salbi y Baghdadi se conocieron cuando ambos estaban siendo retenidos por las fuerzas de Estados Unidos en la prisión de Camp Bucca en Irak en 2004.
Según el informe, Salbi fue nombrado sucesor de Bagdad horas después de la muerte de este último, pero el nombramiento se mantuvo en secreto. En aquel momento, ISIS dijo que su nuevo líder era Abu Ibrahim al Hashimi al Quraishi, un aparente alias como tal figura no es conocido por los servicios de inteligencia.
Salbi es considerado uno de los principales ideólogos del grupo, y posee un título en la sharia. Es un líder con una visión del mundo similar a la de Bagdad. No es un árabe, una rareza entre los líderes del grupo, sino un turcomano iraquí.
Se cree que desde el nombramiento de Salbi ha estado trabajando para unir al nuevo liderazgo de la organización bajo su autoridad.
Actualmente se desconoce la ubicación de Salbi, pero los funcionarios de inteligencia dijeron que es probable que tenga su sede en una región de pequeñas aldeas y pueblos al oeste de Mosul.
El Estado Islámico evolucionó en Siria después de que las tropas estadounidenses se retiraran de Irak en 2011; sus combatientes volvieron a cruzar la frontera en 2014, capturaron amplias franjas del oeste y el norte de Irak e impusieron un gobierno brutal sobre un autoproclamado “califato”.
Una coalición liderada por Estados Unidos finalmente expulsó al grupo del último de sus territorios en Siria en marzo de 2019, pero miles de combatientes se dispersaron por toda la región y siguen siendo una amenaza.
En octubre, las fuerzas de operaciones especiales del ejército estadounidense persiguieron a Al Bagdad hasta un túnel sin salida en un recinto donde se había escondido, y le dispararon un chaleco suicida que llevaba puesto.
En noviembre, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo que Estados Unidos tenía en la mira a un nuevo líder del Estado Islámico, y dijo al Club Económico de Nueva York que “sabemos dónde está”.
Trump no mencionó el nombre del nuevo objetivo.
Tras la muerte de Bagdad, un portavoz del grupo instó a sus seguidores a jurar lealtad al nuevo “califa” y aconsejó a los estadounidenses: “No se alegren”.
El nuevo líder de ISIS fue identificado como un erudito, un conocido guerrero y “emir de la guerra” que había luchado contra las fuerzas americanas y conocía “sus guerras”.
“Así que no se alegren en Estados Unidos por la muerte del jeque al-Baghdadi”, dijo el orador. “¿No sabes, Estados Unidos, que [ISIS] hoy está a las puertas de Europa y está en África Central? También se está expandiendo y permaneciendo de este a oeste”.