El modelo de Afganistán servirá de inspiración a las organizaciones islámicas de todo el mundo, y tratarán de cultivar el ánimo en torno a la victoria sobre una superpotencia extranjera, algo que será utilizado prolíficamente en su propaganda, dijo Yoram Schweitzer, un funcionario de la inteligencia israelí que dirige el programa de investigación t el Instituto Israelí de Estudios de Seguridad Nacional.
En este momento, “los talibanes están inmersos en una ofensiva de encanto”, dijo Schweitzer a Israel Hayom el miércoles, y añadió: “Tenemos que prestar atención a lo que está sucediendo en las zonas rurales [en Afganistán] – oímos que los talibanes se están comportando allí como en el pasado”, dijo, refiriéndose a la brutalidad por la que el grupo es notorio.
“Ahora mismo los talibanes están buscando la legitimidad internacional de la que han carecido durante los últimos 20 años. Están siendo cortejados por Estados Unidos, Irán, Turquía, Rusia, China: todos los persiguen porque quieren ‘calmar a la bestia’, y los talibanes se aprovechan de ello”.
Schweitzer afirma que los talibanes “tienen un país que dirigir. Sólo ahora han tomado el control de parte de él y se enfrentan a muchos problemas”.
Afganistán, dijo, “es un país con una infraestructura pobre, está en ruinas, realmente; no tiene fuentes de ingresos por lo que tiene que tener ayuda externa, que es la razón por la que se está conduciendo como lo está haciendo. Pero el ADN, supongo, sigue siendo el mismo”.
Además, dijo que otros grupos radicales y terroristas seguramente verán la apresurada retirada de Estados Unidos de Afganistán como algo a simular.
“Los talibanes, así como Al Qaeda, ya han empezado a celebrar la victoria y a cultivar el ethos de la victoria sobre la potencia extranjera cristiana-cruzada. Esto nos acompañará durante un tiempo”, afirmó.
“En el lado chiíta, vemos a [el líder de Hezbolá, Hassan] Nasrallah, que dio un discurso de 58 minutos ayer [martes] y dedicó más de la mitad a explotar la victoria de los talibanes suníes, hostiles a los chiítas, para sus propias necesidades”.
“Vemos que las milicias iraquíes hablan de ello, las milicias hutíes se animan, por supuesto, esto afecta a cualquier grupo que se defina como islamista, sea suní o chií. Les hace sentir que un grupo islamista decidido puede derrotar a una potencia extranjera -incluso a una superpotencia- y los envalentona de cara a futuras campañas. Por supuesto, también es una herramienta de propaganda”, dijo.
Sin embargo, a los talibanes no les faltan rivales.
Según Schweitzer, “el Estado Islámico-Provincia de Khorasan [ISISK] ha estado activo en Afganistán desde 2015, y se unió a ISIS en 2014. Está formada por operativos talibanes y talibanes pakistaníes”.
El ISIS-K, explica, “es un adversario acérrimo y obstinado de los talibanes. Ven a los talibanes como una organización de rescate, una organización que coopera con los mayores rivales del islam -Estados Unidos, los rusos, los chinos, los turcos y los iraníes-, por lo que les acusan de herejía y, por tanto, trabajan contra ellos.
“Ven a los talibanes como su rival en el liderazgo del mundo musulmán. Aquí hay una competencia organizativa, no solo una rivalidad ideológica”, concluyó.