No hay pruebas de que los fondos de la UE se destinen a grupos terroristas palestinos, escribió el Alto Representante de la UE para Relaciones Exteriores, Josep Borrell, en respuesta a los llamados de los miembros del Parlamento Europeo para garantizar que esos fondos no se utilicen indebidamente.
“Hasta el día de hoy, la UE no ha recibido ningún informe fundamentado que indique alguna sospecha de desviación de fondos para fines terroristas en los territorios palestinos”, mencionó Borrell.
Los informes del Ministerio de Asuntos Estratégicos y del instituto de investigación, ONG Monitor, han demostrado que altos miembros del Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP), designado como grupo terrorista por la UE, los Estados Unidos, Canadá e Israel, dirigen organizaciones financiadas por la UE.
El enviado exterior de la UE señaló que se ha pedido a las delegaciones en Israel y Judea y Samaria y Gaza “que examinen a fondo la cuestión”, como parte de un proceso de examen interno.
Borrell también citó las normas de la UE que prohíben que cualquier ayuda de la UE vaya “directa o indirectamente a entidades, personas o grupos que hayan sido designados en virtud de medidas restrictivas de la UE o a sus representantes”.
La financiación de la UE para las ONG palestinas fue objeto de una mayor atención este año, cuando las ONG palestinas exigieron que la UE eliminara la estipulación de que la ayuda solo se destinara a organizaciones sin vínculos con los grupos terroristas designados por la UE. En mayo, salió a la luz una carta dirigida a la Red de ONG palestinas por el Representante de la UE en Judea y Samaria, y Gaza, Sven Kuhn von Burgsdorff, en la que se afirmaba que los palestinos afiliados a grupos terroristas podían participar en actividades financiadas por la UE. En la carta se leía que, dado que en la lista negra de “medidas restrictivas” de la UE solo figuran organizaciones terroristas, y no personas, no se prohibiría a las personas vinculadas a esas organizaciones.
Una semana después, el Parlamento Europeo pidió a la Comisión Europea que se asegurara de que los fondos no se destinaran a “ninguna causa de forma de terrorismo y/o de radicalización religiosa y política”.
Días después, el Comisario Europeo de Vecindad y Ampliación, Olivér Várhelyi, afirmó que instruyó a los jefes de las delegaciones de la UE en Israel y Judea y Samaria, y Gaza, para que investiguen las acusaciones.
“Si hay alguna preocupación, cualquier preocupación, actuaremos inmediatamente. No hay financiación del terrorismo con fondos de la UE, mientras haya fondos de la UE, esto no puede suceder, esto no será tolerado, y si sucede, será rectificado. Y yo mismo me encargaré de que se haga y se cumpla”, añadió.
El eurodiputado Charlie Weimers, conservador de Suecia, y Bert-Jan Ruissen de Holanda respondieron a la carta de Borrell esta semana citando un informe de Palestinian Media Watch sobre los fondos de la UE para la AP que se canalizan al FPLP, la Brigada de Mártires de Al-Aqsa y el Frente de Liberación Palestina, todos ellos grupos terroristas designados por la UE, a través de la OLP.
“¿No se trata de financiación directa o indirecta a organizaciones terroristas?” tuiteó Weimers, añadiendo un emoji encogiéndose de hombros.
Borrell promocionó el apoyo de la UE a las instituciones palestinas en un artículo de opinión que publicó en The Jerusalén Post a principios de esta semana, alegando que el apoyo financiero ha alcanzado más de 600 millones de euros al año.