El príncipe heredero de Arabia Saudita provocó la condena de los críticos el martes después de caminar sobre el techo de la Kaaba, el edificio en forma de cubo que se encuentra en el lugar más sagrado del Islam.
Mohammed bin Salman visitaba la Kaaba en La Meca, a la que los musulmanes de todo el mundo rezan cinco veces al día, para inspeccionar los trabajos de construcción en curso para renovar y ampliar el vasto complejo de la Gran Mezquita que lo rodea, conocido por los musulmanes como Masjid al-Haram.
La supervisión del complejo por parte del gobierno saudí marca uno de sus reclamos de autoridad y legitimidad. El título formal del rey saudita Salman es el Custodio de las Dos Mezquitas Sagradas, la primero es La Meca y la segunda es la cercana Medina.
Pero la visita del martes al príncipe heredero, que ejerce el poder ejecutivo de facto en el país, se produce en medio de críticas generalizadas por una ofensiva contra los disidentes, un enfrentamiento regional con el Irán chiíta que ha sido testigo de una sangrienta intervención en Yemen y un desastre humanitario en curso, y el asesinato en octubre en Estambul por los agentes saudíes del crítico del régimen, Jamal Khashoggi, lo que provocó una severa condena internacional y dañó las relaciones de Riad con algunos gobiernos occidentales.

Un hashtag de Twitter “Mohammed bin Salman en la Mezquita Sagrada” ofreció una ventana a la oposición que enfrenta la monarquía saudí.
Una feminista saudita acusó que el príncipe estaba tratando de apaciguar a los islamistas con la visita después de una “reacción violenta” causada por sus “reformas de liberación”.

Bin Salman ha sido criticado por los conservadores por poner fin a algunas de las restricciones sociales más criticadas del reino, como la prohibición de conducir a las mujeres, y por los liberales y los gobiernos occidentales por reprimir simultáneamente a las activistas de los derechos de las mujeres y otros disidentes.
#MBS is currently in Mecca to discuss a future holy mosque expanding project. This isn’t surprising considering the backlash MBS has been receiving due to his liberation reforms.
More publicity stunts designed to boost his image with Islamists.#محمد_بن_سلمان_في_الحرم_المكي https://t.co/l06ViXJfwY
— Amani Al-Ahmadi | أماني الأحمدي (@amani_aal) February 12, 2019
Un usuario que se identificó a sí mismo como un salafista yemení calificó al príncipe saudí de “criminal”, y fue uno de los muchos que criticó la visita, porque obligó a retirar a los fieles comunes del lugar sagrado, una política de larga controversia durante las visitas de dignatarios.
Otro usuario se burló de la foto del príncipe heredero de pie y rezando en el muro de la Kaaba, comparándola con el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, rezando en el Muro Occidental de Jerusalén.
https://twitter.com/Q_FAHAD_R/status/1095642679310991365
Un usuario instó al príncipe heredero a seguir el consejo de Maquiavelo de que un príncipe debe evitar “ser odiado y despreciado”.
Una escuela de inglés en Riyadh notó el enojo y decidió ofrecer una lección gratuita:
https://twitter.com/info_eec/status/1095263693313593345