Un edificio escolar de varios pisos en Ramat Gan, derrumbado tras el impacto de la ojiva de un misil balístico parcialmente interceptado por las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), será demolido y reconstruido, según informó el alcalde Carmel Shama-Hacohen durante su visita al lugar.
El alcalde estimó los daños en 40 millones de NIS (11 millones de dólares) y confirmó que la escuela primaria Ramat Ef’al tendrá un edificio nuevo. Durante la noche, las FDI interceptaron un misil disparado hacia el centro de Israel por los hutíes de Yemen, aliados de Irán. Aunque inicialmente se informó que fragmentos del misil o del interceptor causaron el colapso, una investigación posterior indicó que fue la ojiva del misil tras una interceptación parcial.
El incidente no dejó heridos, aunque escombros dañaron vehículos en el área. Las sirenas alertaron a la población en la región central, obligando a millones a buscar refugios antiaéreos durante la madrugada. Los estudiantes serán trasladados temporalmente a otra escuela mientras reciben apoyo psicológico por parte de los servicios municipales.
“Por suerte, el daño ocurrió durante la noche”, declaró Shama-Hacohen. El ministro de Educación, Yoav Kisch, tras visitar el sitio, indicó que los estudiantes podrían retomar sus clases en unas semanas, ya que hay un edificio recién construido disponible.
La Fuerza Aérea de Israel ejecutó bombardeos en Yemen, atacando puertos y la capital, Saná, para detener el suministro de armas iraníes a los hutíes. “Es importante que quede claro que el brazo largo de Israel alcanza a cualquiera que nos ataque”, afirmó Kisch.
Padres de los estudiantes expresaron su preocupación por el impacto del incidente. Nir, uno de ellos, declaró a Ynet: “Es aterrador. Es una suerte que no hubiera niños en el edificio”. Por su parte, Ravit Baranes, líder del comité de padres, mencionó que algunos estudiantes están divididos entre el miedo y la expectativa de días sin clases.
En Modiin, el alcalde Haim Bibas informó sobre la caída de metralla de interceptores en dos puntos de la ciudad, que no causaron heridos ni daños graves. También se encontraron fragmentos similares fuera del edificio de la Knéset en Jerusalén, sin consecuencias mayores.
Los hutíes han lanzado más de 200 misiles y 170 drones contra Israel en el último año, argumentando que sus ataques apoyan a Gaza en la guerra entre Israel y Hamás. Aunque la mayoría de los proyectiles fueron interceptados, algunos impactaron edificios, incluyendo un caso mortal en Tel Aviv.