El Ministro de Relaciones Exteriores chino Wang Yi se burló de la administración del presidente Trump en una inusual llamada telefónica pública con su contraparte rusa, intensificando una tendencia de intercambios agrios entre Washington y Beijing.
“Los EE.UU. … han perdido su mente, su moral y su credibilidad”, dijo el enviado chino, según una transcripción de la llamada publicada por el Ministerio de Relaciones Exteriores, según informó el South China Morning Post.
China publicó las críticas solo días después de que el ministro de Relaciones Exteriores pidió un diálogo entre los diplomáticos de EE.UU. y China. La transcripción muestra a Wang argumentando que la competencia entre Estados Unidos y China es una señal de la hostilidad de Trump hacia las instituciones internacionales (un estribillo común de Beijing, que busca explotar los desacuerdos entre Estados Unidos y otros aliados occidentales), pero también llama la atención sobre la coordinación chino-rusa que podría molestar a las naciones de Europa Occidental.
“China nunca dejará que un pequeño grupo de fuerzas antichinas tome la delantera, sino que defenderá firmemente sus intereses razonables y su dignidad”, dijo al Ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergey Lavrov.
El Secretario de Estado Mike Pompeo ha denunciado a China repetidamente en los últimos días, en términos diseñados para apelar a las sensibilidades tanto de los conservadores estadounidenses como de las naciones democráticas, incluyendo las de Europa Occidental.
“Estamos viendo cómo el mundo se une para comprender la amenaza del Partido Comunista Chino”, dijo Pompeo la semana pasada, citando los esfuerzos de los gobiernos británico e indio para bloquear los espías cibernéticos de Beijing.
Pompeo también ha advertido a las empresas que no hagan negocios en regiones de China que dependen del supuesto trabajo forzado de los musulmanes uigures. “Mientras el Partido Comunista Chino siga participando en las actividades que ha estado realizando ahora durante un tiempo terriblemente largo, los verá enfrentados de maneras que no lo han hecho antes, no solo por los Estados Unidos sino por las democracias amantes de la libertad en todo el mundo”, dijo.
Wang rechazó estos reproches como un reflejo de la agenda de “America First” de Trump, que es impopular entre muchos aliados de los Estados Unidos. “Llevar el egoísmo, el unilateralismo y la intimidación al límite”, le dijo a Lavrov, “no es lo que debería ser una gran potencia”.