Las autoridades chinas tomaron el control del antiguo consulado de los Estados Unidos en Chengdu, la capital de la provincia de Sichuan, el lunes después de que se ordenara su cierre en represalia por la orden de los Estados Unidos de desalojar el consulado chino en Houston.
En un domingo caluroso, en el exterior de las instalaciones prevalecía una atmósfera de miniturismo en una calle arbolada, ya que los espectadores compartían el espacio de la acera con docenas de policías uniformados y de paisano frente a la entrada.
En los más de 40 años transcurridos desde que China y los Estados Unidos establecieron relaciones diplomáticas formales, se han intercambiado acusaciones, han aumentado y disminuido las tensiones y las dos partes se han acercado peligrosamente a la confrontación directa.
Sin embargo, el cierre forzoso del consulado chino en Houston y la orden de China en respuesta al cierre del consulado de los Estados Unidos en la ciudad china de Chengdu marcan un nuevo punto bajo en los vínculos entre las mayores economías del mundo que no se puede suavizar fácilmente.
La desconfianza y el rencor que rodea a las disputas sobre el supuesto robo de tecnología, la seguridad nacional, los derechos humanos, Hong Kong, Taiwán y el Mar del Sur de China son ahora los principales impulsores de una relación que durante mucho tiempo ha tratado de compartimentar esos asuntos para evitar que impidan los lazos comerciales y la cooperación en la gestión de cuestiones como el programa nuclear de Corea del Norte y los conflictos en Medio Oriente y África.
Una declaración del Departamento de Estado expresó su decepción, alegando que el consulado “ha estado en el centro de nuestras relaciones con la gente de China Occidental, incluyendo el Tíbet, durante 35 años”.
“Estamos decepcionados por la decisión del Partido Comunista Chino y nos esforzaremos por continuar nuestro acercamiento a la gente de esta importante región a través de nuestros otros puestos en China”, señalaba.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de China emitió un breve aviso indicando que “las autoridades competentes” entraron por la entrada principal y se hicieron cargo del recinto después de que los diplomáticos estadounidenses lo cerraran a las 10 de la mañana.
La policía pidió a la gente que siguiera adelante cuando se formaron multitudes fuera del consulado, ya que los espectadores tomaron fotos y vídeos de lo que esperaban que fuera la última vez que vieran el complejo en manos de los Estados Unidos. La calle estaba cerrada al tráfico, excepto para los vehículos consulares o de la policía dejados pasar por la policía.
En Houston el viernes un grupo de hombres acompañados por un funcionario del Departamento de Estado estadounidense fueron vistos forzando a abrir una puerta en el consulado chino, poco después de que la orden de cierre de los Estados Unidos entró en vigencia para una instalación que el Secretario de Estado de los Estados Unidos Mike Pompeo llamó “un centro de espionaje y robo de propiedad intelectual”.
Los Estados Unidos también han alegado que el consulado de Houston era un nido de espías chinos que trataron de robar datos de las instalaciones en Texas, incluyendo el sistema médico de Texas A&M y el Centro de Cáncer MD Anderson de la Universidad de Texas en Houston. China manifestó que las acusaciones eran “calumnias maliciosas”.
El domingo, el Ministerio de Relaciones Exteriores de China emitió una declaración de protesta por lo que llamó intrusiones en el consulado de Houston que violaban la Convención de Viena sobre Relaciones Consulares y la Convención Consular China-Estados Unidos.
“La parte china deplora y se opone firmemente a la medida de los Estados Unidos de entrar por la fuerza en el Consulado General de China en Houston y ha presentado representaciones solemnes. China reaccionará de forma legítima y necesaria”, explica la declaración.
China mantiene consulados en San Francisco, Los Ángeles, Chicago y Nueva York además de su embajada en Washington.
Los Estados Unidos tienen otros cuatro consulados en China y una embajada en Pekín, manteniendo a las partes en paridad en términos de misiones diplomáticas.
El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Wang Wenbin, afirmó a los periodistas en una reunión informativa diaria el lunes que el cierre era una “respuesta legítima y necesaria al acto irrazonable” del cierre del consulado de Houston y la entrada de las autoridades de los Estados Unidos en él. “Instamos a los Estados Unidos a corregir inmediatamente sus errores y crear las condiciones necesarias para que la relación entre los dos países vuelva a la normalidad”, finalizó Wang