Francia está dispuesta a apoyar financieramente al Líbano, ya sea de forma bilateral o multilateral, dijo el domingo su ministro de finanzas, advirtiendo que no se debe mezclar la recuperación económica del pequeño Estado mediterráneo con los esfuerzos encabezados por EE.UU. para contrarrestar a Irán en la región.
“Francia siempre está dispuesta a ayudar al Líbano. Siempre ha sido así en el pasado y lo será en el futuro…” Bruno Le Maire dijo a Reuters al final de una reunión de funcionarios de finanzas del Grupo de las 20 (G20) principales economías.
“Si se requiere alguna ayuda del Líbano, Francia estará allí”.
La prolongada crisis económica del Líbano se disparó el año pasado cuando los flujos de capital del país se ralentizaron y estallaron las protestas contra la élite gobernante.
A medida que la crisis se profundiza, golpeando duramente a los libaneses comunes, no hay señales de ayuda extranjera. Los Estados árabes del Golfo, occidentales y suníes, que ayudaron en el pasado, han dejado en claro que cualquier apoyo depende de que Beirut implemente las reformas largamente demoradas para abordar las causas de fondo, como la corrupción del Estado y la mala gobernanza.
El ministro de finanzas de Arabia Saudita dijo el domingo que el reino estaba en contacto con los aliados y los organismos internacionales para coordinar cualquier apoyo al Líbano sobre la base de las reformas económicas propuestas por Beirut.
El Secretario del Tesoro de EE.UU. Steven Mnuchin dijo a Reuters en una entrevista que Washington estaba siguiendo de cerca la situación. “Es algo que estamos monitoreando, tanto los asuntos políticos como económicos allí”, dijo. “Nuestro interés está en el pueblo del Líbano. Queremos que haya un ambiente seguro donde puedan tener éxito económicamente y vivir como quieran”.
Un equipo del Fondo Monetario Internacional (FMI) ha discutido todas las opciones posibles en reuniones recientes con funcionarios libaneses, que buscan asesoramiento técnico para hacer frente a la crisis mientras Beirut elabora un plan para hacer frente a los pagos de la deuda que se acercan rápidamente.
Le Maire dijo que se necesitan urgentemente decisiones del gobierno del Líbano para mejorar la situación sobre el terreno. “Queremos movernos en los foros oficiales y creemos que el FMI puede tener un papel que desempeñar en un momento dado, pero es el gobierno libanés el que debe decidir”, dijo. “Pero si hay alguna necesidad de ayuda, ya sea bilateral o multilateral, estamos dispuestos a ayudar”.
Desde que estallaron las protestas en octubre, la moneda libanesa se ha desplomado en un 60% en un mercado paralelo, los dólares se han vuelto escasos, los precios han subido y se han eliminado miles de puestos de trabajo.
El gobierno del Primer Ministro libanés Hassan Diab asumió el mes pasado el cargo con el respaldo de Hezbolá, el grupo terrorista chiíta respaldado por Irán, y sus aliados, mientras Washington presiona su política de “máxima presión” contra Irán con amplias sanciones.
“Sabemos que existen vínculos entre ambas cuestiones, pero no queremos mezclar la cuestión de la recuperación económica del Líbano, que es hoy la clara emergencia, con la cuestión de Irán”, añadió Le Maire.