BEIRUT – Más de la mitad de la población del Líbano corre el riesgo de enfrentarse a una crisis alimentaria como consecuencia de una explosión en el puerto de Beirut que agravó las numerosas heridas del país, según informó el domingo una agencia de la ONU.
“Más de la mitad de la población del país corre el riesgo de no poder acceder a sus necesidades alimentarias básicas para finales de año”, dijo la Comisión Económica y Social de las Naciones Unidas para Asia Occidental (CESPAO).
“Se deben tomar medidas inmediatas para prevenir una crisis alimentaria”, dijo el secretario ejecutivo de la CESPAO, Rola Dashti.
El gobierno de Líbano, dijo, debe dar prioridad a la reconstrucción de los silos en el puerto de Beirut, el mayor almacén de granos del país.
El Líbano estaba sumido en un colapso económico incluso antes de la catastrófica explosión del 4 de agosto en el puerto de Beirut, que mató a 188 personas, hirió a miles y destruyó franjas de la capital.
El Líbano dejó de pagar su deuda, mientras que el valor de la moneda local se ha desplomado en el mercado negro y los índices de pobreza se han disparado, además del aumento del número de casos de coronavirus.
“Se espera que la tasa de inflación media anual sea superior al 50% en 2020, en comparación con el 2,9% en 2019”, dijo la CESPAO en un comunicado.
El Líbano depende de las importaciones para el 85 por ciento de sus necesidades alimentarias y la aniquilación de los silos del puerto de Beirut podría empeorar una situación ya de por sí alarmante, han dicho los organismos de ayuda y los expertos.
La CESPAO dijo que el aumento de los costos de transacción de las importaciones de alimentos podría provocar un nuevo aumento de los precios.
Para evitar una crisis, las autoridades deben fijar un límite máximo para los precios de los alimentos y fomentar las ventas directas de los productores locales a los consumidores, añadió Dashti
También instó a la comunidad internacional a “ampliar los programas de seguridad alimentaria dirigidos a los refugiados y las comunidades de acogida” para ayudar a desactivar “las posibles tensiones sociales”.
A principios de este mes, la CESPAO dijo que más del 55 por ciento de los libaneses están “atrapados en la pobreza y luchando por las necesidades básicas”.