Un petrolero con riesgo de explotar en el Mar Rojo y causar un desastre ambiental será finalmente inspeccionado por las Naciones Unidas después de un acuerdo con los rebeldes Houthi de Yemen, dijeron dos fuentes de la ONU familiarizadas con el asunto.
Ha aumentado la preocupación por el petrolero y el posible impacto de sus 1,1 millones de barriles de petróleo crudo que contaminarían el Mar Rojo, donde ha permanecido varado cerca de la terminal portuaria yemení de Ras Issa, al norte del puerto de Hodeidah, durante cinco años.
El agua de mar se había estado vertiendo en el buque cisterna en desuso, que se había utilizado como buque de almacenamiento y descarga, y las Naciones Unidas advirtieron esta semana que el agua había entrado en la sala de máquinas, lo que aumentaba la urgencia de actuar.
Las fuentes dijeron que el grupo Houthi, alineado con Irán, que controla el puerto de Ras Issa, envió una carta aprobando el despliegue de un equipo técnico de la ONU al petrolero.
El portavoz de la ONU, Stéphane Dujarric, dijo el viernes que la misión llevará a cabo reparaciones ligeras y evaluará los riesgos para el petrolero.
Las Naciones Unidas también está discutiendo con las partes en guerra de Yemen sobre la organización de la venta del crudo y la división de las ganancias entre el gobierno de Yemen respaldado por Arabia Saudita y el grupo Houthi que lo expulsó del poder en la capital, Sanaa, a finales de 2014.
En la última reunión a finales de junio, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas dijo que el petrolero Safer podría romperse o explotar, causando una catástrofe ambiental, económica y humanitaria para Yemen y sus vecinos.
El Consejo de Seguridad tiene previsto celebrar una reunión el miércoles para discutir el tema del petrolero Safer, que se ha visto envuelto en disputas sobre el control de los puertos y los ingresos.
La producción de petróleo de Yemen se ha derrumbado desde que una coalición liderada por Arabia Saudita intervino en Yemen en marzo de 2015 contra los Hutíes, que controlan Sanaa y la mayoría de los grandes centros urbanos, incluido el principal puerto del Mar Rojo, Hodeidah.
El gobierno respaldado por los sauditas controla las zonas oriental y meridional donde se encuentran los yacimientos de petróleo y gas del Yemen.
La guerra ha matado a más de 100.000 personas y ha causado lo que la ONU describe como la mayor crisis humanitaria del mundo.
Las Naciones Unidas recientemente iniciaron conversaciones virtuales entre las partes para acordar un cese del fuego permanente y medidas de fomento de la confianza para reiniciar las negociaciones de paz. Pero las discusiones se han complicado por el aumento de la violencia desde finales de mayo, cuando expiró una tregua temporal provocada por la pandemia del coronavirus.