WASHINGTON – El Secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, describió el sábado como “vergonzoso” el bloqueo por parte de Rusia y China de una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que habría extendido por un año la ayuda humanitaria transfronteriza a cuatro millones de civiles en Siria.
“El veto de la Federación Rusa y China de ayer a una resolución del Consejo de Seguridad que permite que la ayuda humanitaria llegue a millones de sirios es vergonzoso”, dijo Pompeo en una declaración.
“A Rusia y China, que han elegido hacer una declaración política al oponerse a esta resolución, les queda la sangre en las manos”.
La ayuda humanitaria fluye actualmente a Siria a través de los puestos de control designados por la ONU en Turquía e Irak sin el permiso formal del régimen de Damasco, pero esa autoridad expirará el 10 de enero.
Alemania, Bélgica y Kuwait presentaron una resolución que extiende esa autoridad por un año, ganando el apoyo de 13 miembros del Consejo pero sacando los vetos de Rusia y China.
Una resolución rusa que compitiera entre sí habría concedido una extensión de seis meses, reduciendo al mismo tiempo el número de puntos de cruce de la ONU, pero no obtuvo el mínimo de nueve votos.
Rusia, aliada y principal defensora del presidente sirio Bashar Al Assad, ha utilizado su veto en 14 ocasiones en asuntos relacionados con Siria desde que estalló la guerra civil en ese país en 2011.
El embajador de Rusia ante las Naciones Unidas, Vassily Nebenzia, dijo que la última resolución era “obsoleta” porque las autoridades de Damasco habían “retomado el control de la mayor parte” del territorio de Siria.
Pero el departamento de ayuda humanitaria de la ONU dice que la ayuda sigue siendo crucial ya que la situación en el terreno se ha deteriorado y Siria se dirige hacia el invierno.
Cuatro millones de sirios se benefician directamente de los envíos de ayuda transfronterizos.
“Estoy en estado de shock”, dijo Kelly Craft, la embajadora de Estados Unidos, después de los vetos de Rusia y China. “Estoy profunda y profundamente decepcionado”.
La enviada británica Karen Pierce dijo que el veto ruso mostraba una “hipocresía impresionante” por parte de Moscú.
La resolución fracasó justo cuando decenas de miles de civiles han estado huyendo de la región noroccidental de Idlib en medio de los fuertes bombardeos del gobierno de Assad, respaldado por Rusia, en el último bastión de la oposición jihadista.