BEIRUT (AP) – El presidente del parlamento del Líbano se reunió el jueves con un funcionario estadounidense de visita, un día después de que Beirut comenzara las negociaciones indirectas con Israel sobre su disputada frontera marítima.
El Secretario de Estado Adjunto para Asuntos de Cercano Oriente, David Schenker, el principal diplomático estadounidense para Oriente Medio, no habló con los periodistas después de su reunión con el presidente del Parlamento, Nabih Berri.
Berri ha sido el principal funcionario libanés que ha tratado con los mediadores de EE.UU. en relación con la disputa con Israel en la última década.
El miércoles, Schenker asistió a la sesión de apertura de las conversaciones mediadas por EE.UU. entre el Líbano e Israel en un complejo de la ONU en la zona fronteriza conocida como Ras Naqoura. Una declaración conjunta publicada el miércoles por el Departamento de Estado de EE.UU. y Jan Kubis, el coordinador especial de la ONU para el Líbano, dijo que los equipos israelíes y libaneses “mantuvieron conversaciones productivas y reafirmaron su compromiso de continuar las negociaciones a finales de este mes”.
Israel y el Líbano no tienen relaciones diplomáticas y están técnicamente en estado de guerra. Cada uno de ellos reclama unos 860 kilómetros cuadrados del Mar Mediterráneo como si estuvieran dentro de sus propias zonas económicas exclusivas.

Israel ya ha desarrollado una industria de gas natural en otra parte de sus aguas económicas, y el Líbano espera que los descubrimientos de petróleo y gas en sus aguas territoriales le ayuden a superar la peor crisis económica y financiera de su historia moderna.
La crisis económica del Líbano es el resultado de decenios de corrupción y mala gestión, pero ha empeorado drásticamente a causa de la pandemia de coronavirus, así como de una explosión masiva ocurrida en Beirut el 4 de agosto, que mató e hirió a muchas personas y causó daños por valor de miles de millones de dólares.
Schenker visitó Beirut después de la explosión y se reunió con miembros de la sociedad civil del Líbano. No mantuvo conversaciones con políticos en ese momento.
La comunidad internacional ha dicho que no ayudará al Líbano a salir de su crisis económica antes de que aplique reformas importantes, además de luchar contra la corrupción.
El Presidente Michel Aoun tenía previsto celebrar consultas vinculantes con los miembros del Parlamento el jueves para nombrar un nuevo primer ministro, pero lo pospuso una semana a última hora.
Uno de los principales candidatos para el puesto era el ex primer ministro Saad Hariri. Renunció en octubre del año pasado, días después de que estallaran las protestas nacionales exigiendo el fin del dominio de la clase política que ha llevado al país al borde de la bancarrota.
El miércoles, Hariri no consiguió el respaldo de los dos mayores bloques cristianos del parlamento.